Bangkok. La investigación de la Policía de Tailandia sobre el asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta, confesado por el joven español Daniel Sancho, ha llevado hasta el momento dos velocidades: una acelerada, propiciada por el interés en presentar el caso cerrado ante la opinión pública, y otra de fondo más pausada, determinada por la complejidad del proceso.

A punto de cumplirse un mes desde el asesinato de Arrieta el 2 de agosto en la isla de Phangan, al sur de Tailandia, la Policía continúa trabajando en el informe de la investigación que tendrá que presentar a la Fiscalía de la vecina Koh Samui, donde se encuentra Sancho en prisión provisional.

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La demora no está fuera de lo habitual, pues la Policía cuenta con un plazo de 84 días para su investigación desde el ingreso en prisión provisional de Sancho el 7 de agosto (que por lo tanto concluiría a finales de octubre), pero iría en apariencia en contra de afirmaciones de que estaba terminada.

El 15 de agosto, el número dos de la Policía de Tailandia, Surachate Hakparn, quien supervisa la investigación, anunció en una comparecencia ante la prensa en la comisaría de Phangan el fin de las pesquisas contra Sancho y le acusó de asesinato premeditado, un crimen que puede ser castigado con la pena de muerte en el país asiático.

El alto cargo policial tailandés, conocido como “Big Joke” (Gran Joke) y quien suele poner rostro a los sucesos más graves o a los que implican a extranjeros, repitió en una entrevista con EFE el 21 de agosto que “el caso se cerró rápidamente y sin problemas”.

También anticipaba entonces que esa semana se entregaría el informe -lo que da pie a que se establezca la fecha del juicio-, si bien la Policía de la isla de Phangan afirmó hoy a EFE que aún no está listo pues siguen sin recibir resultados de pruebas de ADN.

El joven de 30 años aceptó que le dio muerte a "su amigo" a quien luego descuartizó.

La Fiscalía confirmó hoy por su parte que no lo ha recibido y aseguró que no designará el equipo encargado del caso hasta que no haya finalizado la investigación policial.

Tailandia, país turístico por excelencia

Las aseveraciones de Surachate no son inusuales ni tienen por qué condicionar el contenido exacto del informe final. Como supervisor de la investigación, está también a cargo de la imagen pública del proceso policial en un caso que ha atraído mucha atención mediática, más por parte de fuera que de dentro de Tailandia.

El mismo Surachate admitió en la entrevista con EFE que aún faltaban resultados de pruebas y que, aunque estaba “satisfecho” con la investigación, favorecida por la confesión y colaboración de Sancho, lamentaba su posible repercusión en el turismo de Tailandia, una de las principales fuentes de ingresos nacionales.

“Parte de la importancia de este caso es hacer que la comunidad internacional lo entienda. Se trata de explicar y presentar los hechos a los embajadores para que los comprendan, y lo puedan explicar a sus compatriotas”, dijo a EFE.

Investigación policial, a su ritmo

Así, aunque la Policía haya avanzado el cierre de la investigación y compartido detalles de la misma, el trabajo de compilación y análisis de las pruebas continúa en marcha de forma más discreta y en el marco de un procedimiento más complejo que el transmitido públicamente, con unas 30 personas involucradas, entre agentes, investigadores, médicos forenses y buzos.

Según un documento policial, entre las pruebas de la Policía hay prendas de ropa, ocho partes humanas, así como bolsas de plástico de color negro y verde donde se encontraron restos humanos, enviadas para analizar al Instituto de Medicina Forense de Bangkok, entre otros centros especializados.

Un proceso arduo que, según dicen a EFE fuentes especializadas, puede retrasarse, también debido a que se tuvieron que enviar muestras de ADN de familiares de Arrieta desde Colombia para el cotejo genético.

Este escrito policial también recoge la existencia de 20 testigos, mientras entre las pruebas incriminatorias contra Sancho se hallarían imágenes de CCTV que muestran al joven comprando cuchillos y bolsas de basura negras y verdes en una tienda de Koh Phangan el 1 de agosto, un día antes del asesinato y descuartizamiento.

Asimismo, Surachate aseguró a EFE que “los resultados definitivos” de la autopsia indican que Arrieta murió tras ser degollado por Sancho, después de que le propinara un puñetazo, éste se cayera y golpeara la cabeza contra un lavabo, sin fallecer en ese momento.

Expertos consultados por EFE consideran, no obstante, que es “difícil” que el resultado de una autopsia en un caso así sea del todo concluyente, sin que se hayan encontrado partes del cuerpo claves, como el tórax,-falta un órgano clave como el corazón- y debido al posible estado de otros restos hallados días después y en lugares como el mar.

De este modo, pese a los retales del proceso compartidos por la Policía, fuentes próximas al caso indican que el informe final, que se entregará a la Fiscalía y recibirán después los abogados de Sancho, puede contener información novedosa.

Además, la investigación podría incluso continuar cuando el informe sea entregado y si no se ha agotado el pazo de 84 días, pues la Fiscalía dispondría del periodo restante para solicitar más pruebas si así lo conviene.

Por el momento, los abogados de Sancho, contratados por la familia del joven de 29 años a través de un despacho con sede en Bangkok, preparan la defensa, que solo se puede ejercer en el proceso judicial mediante un letrado tailandés.

El abogado Anan Chuayprabat, conocido como Khun Anan, se ha reunido cuatro ocasiones con Sancho y ha recibido un informe preliminar de la Policía, que también fue enviado al juez.