La Habana registró este sábado otra protesta por la falta de energía, cuatro días después del paso del huracán Ian y cuando gran parte de la capital ha recuperado ya el flujo eléctrico.

La concentración, con más de un centenar de personas, se produjo entre las calles 23 y F, en el barrio del Vedado, uno de los puntos donde aún no ha vuelto la corriente.

Según pudo constatar Efe, el grupo protestaba por el apagón continuado que sufren desde el pasado martes y sus consecuencias a primera hora de la noche y rodeados por un gran número de policías y agentes de la seguridad del Estado.

Entre los manifestantes, un puñado gritó “¡Libertad, libertad!” en varias ocasiones y también insultos contra miembros del Gobierno cubano, lo que provocó que la mayor parte del grupo se distanciase físicamente de ellos.

Entonces se formó un tercer grupo en frente, claramente progubernamental, que comenzó a lanzar vivas al presidente del país, Miguel Díaz-Canel.

Unos y otros estuvieron durante un rato gritando sin que la policía interviniese ni se produjese algún incidente reseñable entre ellos, aunque hubo momentos de tensión.

Se trata de la tercera noche consecutiva que se producen protestas espontáneas en La Habana por la falta de corriente, consecuencia del apagón total que sufrió toda Cuba por el paso de Ian.

En días anteriores las manifestaciones, de cacerolazos a cortes de calzada y sentada, tuvieron lugar principalmente en barrios humildes de la capital, con los apagones como principal reivindicación.

El jueves y el viernes se detectó asimismo el bloqueo casi total del tráfico de internet desde Cuba desde última hora de la tarde y hasta la madrugada, según denunciaron varias plataformas especializadas.

El Gobierno no informó sobre este incidente. Activistas argumentaron que se trató de un intento de silenciar las manifestaciones y evitar que se propagasen con ayuda de las redes.

El huracán Ian cruzó el martes el extremo occidental de Cuba de sur a norte, con intensas lluvias y vientos de hasta 200 kilómetros por hora, dejando por el momento tres muertos y cuantiosos daños materiales.

Por cuestiones por el momento no totalmente aclaradas, el paso del huracán generó un desequilibrio en el sistema eléctrico nacional que acabó provocando un momento de “cero generación” eléctrica, un apagón total en el país.