Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
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Guantanamo.- El presunto autor intelectual de los ataques del 11 de septiembre de 2001, Jalid Sheij Mohammed, dijo a un juez militar que quiere ser condenado a muerte para ser un mártir.
Mohammed hizo esta declaración después que el juez Ralph Kohlmann, coronel de la infantería de marina, le dijo que podría ser condenado a muerte si se le declara culpable de crímenes de guerra.
"Sí, es lo que deseo, ser un mártir por mucho tiempo", respondió Mohammed en la audiencia de instrucción de cargos. "Tendré esto, si Dios quiere, por su intermedio".
Mohammed es juzgado junto con otros cuatro conspiradores, que comparecieron el jueves por primera vez ante un juez. Los cinco encaran la pena de muerte de ser convictos de crímenes de guerra, asociación delictiva, ataques a civiles y terrorismo por la muerte de 2,973 personas.
Mohammed, con espejuelos de gran grosor, turbante y espesa barba gris, ofrecía un marcado contraste al aspecto descuidado y sucio cuando fue capturado en Pakistán en el 2003.
Mohammed sonrió e intercambió unas pocas palabras con personal de su equipo defensor en la misma mesa en que aparecía sentado Waleed bin Attash, que presuntamente seleccionó y entrenó a varios de los 19 secuestradores utilizados en los ataques suicidas.
La comparecencia de los presuntos conspiradores de Al-Qaeda es la primera prueba fehaciente del sistema de tribunales castrenses, que encara un futuro incierto. La Corte Suprema fallará este mes qué derechos tienen los prisioneros de Guantánamo, lo que podría retrasar o anular el juicio.
Además, plantea ciertos riesgos estratégicos: la justicia castrense trata de minimizar la posibilidad de que Mohammed pueda diseminar la propaganda de Al-Qaeda en sus discursos ante la corte. El juez Kohlmann impuso un retraso de 20 segundos en la toma de circuito cerrado para evitar que la información secreta pueda escapar al control de la corte.
Es la primera comparecencia de Mohammed ante la justicia desde su captura en el 2003. Estuvo retenido por la CIA en prisiones secretas y luego transferido a Guantánamo en el 2006, donde la ubicación precisa de su celda es un secreto.
Junto con Mohammed son juzgados Ramzi Binalshibh, principal intermediario entre los secuestradores y los líderes de Al-Qaeda; Alí Abd al-Aziz Ali, alias Ammar al-Baluchi, sobrino y lugarteniente de Mohammed; y el asistente de al-Baluchi, Mustafa Ahmad al-Hawsawi