El presidente Emmanuel Macron prestó juramento el sábado para un segundo periodo, momento en que prometió tomar medidas para evitar una mayor intensificación en la guerra de Rusia en Ucrania para luego centrarse en promover a Francia y Europa en el escenario internacional.

El 24 de abril, Macron fue reelegido para un periodo de cinco años en una contienda en la que derrotó a la opositora de extrema derecha Marine Le Pen.

“El tiempo venidero será de acción resuelta para Francia y Europa”, dijo Macron. Prometió “tomar la primera medida para evitar cualquier intensificación luego de la agresión de Rusia en Ucrania”.

También juró “tomar medidas despiadadas con un objetivo, que es ser una nación más independiente, vivir mejor y construir nuestras propias respuestas francesas y europeas a los desafíos del siglo”.

Además, prometió encontrar un “método justo” para gobernar al país y aliviar las tensiones sociales al hacer que el gobierno y parlamento trabajen juntamente con sindicatos, asociaciones y personalidades de la escena política, económica, social y cultural.

Para un presidente que se siente cómodo hablando durante horas, el discurso de Macron fue sorprendentemente corto — y escrito a mano. Pero después, se tomó el tiempo para estrechar manos, intercambiar besos en la mejilla y platicar personalmente con varios invitados.

Las cuarentenas y mandatos de vacunación contra el COVID-19 fueron estrictos mientras la pandemia arrasaba en Francia, pero la mayoría de las restricciones ya fueron anuladas y, durante la juramentación, no había muestras de mascarillas ni distanciamiento social.

Por tratarse de una ceremonia francesa, el evento parecía ser inusualmente amigable para los niños, y varios dignatarios llevaron a sus hijos, al menos dos en coches de bebés. Macron, de 44 años, no tiene hijos, pero tiene hijastros y nietos, algunos de los cuales estaban presentes.

Aproximadamente 500 personas fueron invitadas a la ceremonia. Provenían, principalmente, del mundo de la política, aunque también había actores, trabajadores de salud, militares, y los expresidentes François Hollande y Nicolas Sarkozy. La mayoría de quienes recibieron una codiciada invitación al evento fueron hombres blancos en trajes, a pesar de la creciente presión para que haya diversidad en la política francesa.

A su llegada a la sala de recepción del Palacio del Elíseo, Macron guiñó el ojo a su esposa, Brigitte Macron.

El presidente del Consejo Constitucional leyó los resultados de la elección y Macron recibió la medalla de Gran Maestro de la Legión de Honor, la máxima distinción de Francia, antes de dar su discurso.

Posteriormente, fue a los jardines del palacio desde donde escuchó 21 cañonazos disparados desde la Plaza de los Inválidos para marcar el evento, según dicta la tradición.

Macron también revistó al ejército. Entre las tropas presentes en la ceremonia estaba parte del equipo del Monge, el segundo buque más grande de la marina francesa que es clave para la disuasión nuclear de Francia. En particular, fue usado para el lanzamiento de misiles M51 desde el submarino con capacidad nuclear de Francia.

El símbolo puede considerarse como una demostración de fuerza en momentos en que Francia está muy involucrada en los intentos por acabar la guerra de Rusia contra Ucrania, incluso mediante el envío de camiones artillados y otras armas pesadas.

El segundo período de Macron iniciará formalmente el 14 de mayo.