El presidente chino, Xi Jinping, se reunió hoy en Pekín con la primera delegación de senadores de Estados Unidos que visita China en cuatro años, ante los que afirmó que la relación entre Washington y Pekín “determinará el destino de la humanidad”.

“La forma en que China y Estados Unidos se lleven entre sí y afronten un mundo de cambios y agitación determinará el futuro y el destino de la humanidad”, dijo Xi durante la reunión con la delegación, encabezada por el líder de la mayoría demócrata en la Cámara estadounidense, Chuck Schumer.

Xi agregó que EE.UU. y China tienen “mil razones para mejorar sus relaciones” y “ninguna para hacer que se desmoronen”.

“Lo he dicho mil veces, a varios presidentes. Esta es la relación bilateral más importante del mundo y la competición o la confrontación no van a resolver nuestros respectivos problemas ni los del mundo”, agregó Xi, según recoge la Cancillería china en un comunicado.

El mandatario señaló que el desarrollo de ambos países supone “oportunidades para la otra parte y no un desafío”.

“Nuestras economías están profundamente integradas y podemos beneficiarnos de nuestro respectivo desarrollo. En este momento de recuperación tras la pandemia, de cambio climático, de conflictos a nivel mundial, debemos coordinarnos, cooperar”, afirmó.

Xi indicó que Washington debe tener “visión” y “respetar a China”, además de “buscar una cooperación beneficiosa”.

Por su parte, Schumer aseguró, según el comunicado de la Cancillería china, que Washington y Pekín “darán forma” a este siglo y que por ello ambos países deben “gestionar su relación de forma responsable y respetuosa”.

“El desarrollo y la prosperidad de China beneficia a la gente de Estados Unidos. No buscamos un conflicto con China ni buscamos desacoplarnos de China. Queremos fortalecer el diálogo y la comunicación desde un espíritu de apertura, franqueza y respeto mutuo”, afirmó el senador estadounidense.

Schumer se reunió hoy también con el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, quien señaló que Estados Unidos y China deben gestionar sus diferencias “de manera más racional”.

“La crisis en Ucrania aún no ha disminuido y la guerra ha resurgido en el Medio Oriente”, dijo Wang en el encuentro.

Agregó que la comunidad internacional “debe abordar todos los desafíos, y China y Estados Unidos desempeñar el papel que les corresponde”.

El viaje de la delegación ha mantenido la tónica de los últimos meses, en las que se han sucedido las visitas a China de responsables estadounidenses en un intento de reencauzar las relaciones entre las dos potencias, muy deterioradas en la actualidad.

En lo que va de año han pasado por Pekín el secretario de Estado, Antony Blinken; las del Tesoro y Comercio, Janet Yellen y Gina Raimondo, y el enviado especial de EE.UU. para el Cambio Climático, John Kerry.

Algunos analistas consideraron que las posibilidades de que Xi recibiera hoy a la delegación era mínima debido a las tensiones persistentes entre los dos países, pero la reunión dejaría ahora entrever que el presidente chino acudirá a la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés) que se celebra en noviembre en San Francisco (EE.UU.).

El presidente estadounidense, Joe Biden, afirmó el pasado viernes que existe la “posibilidad” de que se reúna con su homólogo chino en los márgenes de la cumbre.

La relación entre Pekín y Washington se ha resentido con fuerza en los últimos años a cuenta de la guerra comercial y tecnológica, la imposición de sanciones, el conflicto de Taiwán y la guerra de Ucrania, sobre la que China ha mantenido una postura ambigua pero sin llegar a condenar la invasión rusa.