El influyente predicador Apollo Quiboloy, cercano al expresidente filipino Rodrigo Duterte, se declaró este viernes inocente de trata de personas en su primera comparecencia ante los tribunales tras su detención el pasado domingo.

Quiboloy, de 74 años, negó la acusación por este delito por la mañana ante un tribunal en Manila, adonde llegó vestido con un chaleco antibalas y un casco, declaró a los medios el representante legal del acusado, Israelito Torreon.

Está previsto que durante la tarde, las autoridades lleven al predicador evangelista a un segundo tribunal de la capital donde será acusado de manera formal por el delito de abuso sexual a menores, informa el portal de noticias Rappler.

El filipino, que también figura en la lista de los más buscados por el FBI de Estados Unidos por múltiples delitos incluidos tráfico sexual y fraude, se encontraba huido de la justicia filipina desde abril.

Tras un enorme operativo de dos semanas en la sureña ciudad de Davao, en el que participaron más de 2.000 policías y cientos de soldados, las autoridades anunciaron el domingo el arresto de Quiboloy, líder del grupo evangelista Reino de Jesucristo y autoproclamado “dueño del universo” e “hijo designado de Dios”.

Los seguidores del predicador trataron de impedir la detención de su líder e incluso protagonizaron enfrentamientos contra los oficiales, en los que resultaron heridos más de 100 fieles evangelistas y 60 policías, mientras una persona pereció por problemas cardíacos, según el recuento oficial.

El pastor es seguido por millones de personas en Filipinas, donde los líderes religiosos tienen una gran influencia en la política.

La tensa situación ha sido analizada como un nuevo episodio de los desacuerdos entre los poderosos clanes políticos de los Marcos y Duterte, que acudieron en tándem en las elecciones en 2022.

El presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr, defendió en reiteradas ocasiones el despliegue de policías y soldados dada la magnitud del área del recinto donde se escondía Quiboloy para evitar una supuesta huida del acusado.

Por su parte, Sara Duterte, actual vicepresidenta e hija del exmandatario Rodrigo Duterte (2016-2022), se disculpó por el uso “inaceptable” de la fuerza ejercida por la Policía en Davao, feudo de su clan familiar.

El alcalde de Davao, Sebastián Duterte -hijo del exdirigente-, también denunció el uso “excesivo” de la fuerza por parte de la policía contra ciudadanos “inocentes”, a quienes reconoció el derecho a protestar de “manera pacífica”.

Durante la presidencia de Rodrigo Duterte, Quiboloy ejerció un rol no oficial como asesor espiritual del mandatario. Pero, tras la llegada de los Marcos al poder, los tribunales filipinos comenzaron a perseguir al predicador por numerosos delitos.