Varsovia, Polonia. Los líderes de Polonia y Bulgaria acusaron a Moscú de utilizar el gas natural como chantaje luego de que el gigante energético Gazprom, controlado por el gobierno de Rusia, anunció repentinamente que cortaría el suministro a las dos naciones europeas este miércoles.

La medida se tomó luego de que el presidente ruso Vladimir Putin dijo que los países “no amigos” tendrían que empezar a pagar el gas en rublos, su moneda nacional, algo a lo que Bulgaria y Polonia se han negado.

Gazprom dijo en un comunicado que no había recibido ningún pago de Polonia y Bulgaria desde el 1 de abril y que suspendería sus entregas a partir del miércoles.

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La empresa añadió que si los países extraían gas dirigido a otros clientes europeos, los suministros a Europa se reducirían en esa cuantía.

El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, dijo en una intervención en el parlamento nacional este miércoles que cree que la medida era una venganza por las nuevas sanciones impuestas por Varsovia a Moscú por la guerra en Ucrania.

Morawiecki prometió que Polonia no se amedrentaría por el corte del gas y añadió que tenía el suministro asegurado tras años de esfuerzo para conseguir gas de otros países.

Los legisladores se pusieron en pie y aplaudieron cuando dijo que el “chantaje del gas” ruso no tendrá efecto sobre la nación.

Las nuevas sanciones, anunciadas en la víspera, afectaban a 50 oligarcas rusos y empresas, incluyendo Gazprom. Horas después, Polonia dijo que recibió el aviso de que Gazprom cortaría el suministro al país por no cumplir la nueva exigencia rusa de que el pago se efectúe en rublos.

La empresa estatal de gas, PGNiG, reportó que el flujo del gasoducto Yamal se cortó a primera hora del miércoles, como advirtió Gazprom.

Por su parte, Bulgaria dijo el martes que Gazprom le comunicó que su suministro se pararía a la vez, pero funcionarios en Sofía dijeron el miércoles en la mañana que seguían recibiendo gas.

La medida es una “grave violación de su contrato” y un “chantaje”, afirmó el primer ministro búlgaro, Kiril Petkov.

“No sucumbiremos a semejante timo”, agregó.

La decisión de Rusia suscitó preocupación por la posibilidad de que otros países puedan verse afectados en un momento en que los países occidentales aumentan su respaldo a Ucrania en una guerra que dura ya más de dos meses.

Los funcionarios de la Unión Europea mantenían este miércoles conversaciones de emergencia en Bruselas. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, señaló que se trataba de “otro intento de Rusia de utilizar el gas como instrumento de chantaje”.

El gobierno de Grecia celebrará su propia reunión en Atenas ya que su próximo pago a Gazprom vence el 25 de mayo y debe decidir si accede a la exigencia de efectuarlo en rublos.

Hasta la suspensión, el gas ruso suponía el 45% del utilizado en Polonia, pero el país tiene una dependencia mucho más fuerte del carbón y de la industria petrolera. El gas equivale a apenas el 9% del mix energético polaco.

En cualquier caso, el suministro ruso iba a cortarse más adelante en el año. Varsovia tenía previsto abastecerse de otras naciones, incluyendo Noruega. Se espera que un nuevo gasoducto, el “ducto báltico”, comience a funcionar en otoño.

El ministro búlgaro de Energía, Alexander Nikolov, apuntó que su país puede cubrir la demanda de los usuarios durante al menos un mes.

“Hay alternativas de suministro disponibles y Bulgaria espera que las rutas y suministros alternativos se aseguren también a nivel de la UE”, dijo.

Fatih Birol, director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía, describió la decisión de Moscú de “instrumentalización de los suministros energéticos” y dijo que dejó “más claro que nunca que Europa necesita actuar rápidamente para reducir su dependencia de la energía rusa”.