Caracas.- El alcalde de la zona metropolitana de Caracas, Antonio Ledezma, acérrimo crítico de los gobiernos de Hugo Chávez y su sucesor Nicolás Maduro, fue detenido hoy por decenas de agentes policiales, algunos de ellos armados con fusiles y portando chalecos antibalas que tenían la identificación de la policía política.

El concejal opositor Héctor Urgelles informó a Prensa Asociada que el dirigente opositor fue "sacado de sus oficinas" alrededor de las 5:00 p.m. (hora local) por unos 50 hombres encapuchados.

Urgelles, que milita en el partido de Ledezma Alianza Bravo Pueblo, indicó que los diputados opositores de la Asamblea Nacional Richard Blanco e Ismael García intentaron mediar, pero fueron empujados y los policías entraron a la fuerza en las oficinas administrativas del alcalde, ubicada en la barriada de clase media El Rosal, en el este de Caracas.

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El concejal señaló que los funcionarios no mostraron una orden de detención y calificó la acción como "un asalto". Los funcionarios nunca se identificaron, aunque se presume que son agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) debido a que algunos llevaban chalecos negros antibalas con las siglas del organismo policial, según imágenes de las cámaras de seguridad del edificio a las que tuvo acceso la AP.

Aunque se desconoce el paradero del alcalde, algunos de sus compañeros de partido, colaboradores y seguidores del alcalde se trasladaron esta noche a la sede del SEBIN en el norte de la ciudad para tratar de ubicar al opositor.

"Ellos (el SEBIN) tienen que informar dónde se encuentra", dijo Blanco a la AP al asegurar que hasta el momento "ningún funcionario del alto gobierno" ha informado sobre el paradero y la condición de Ledezma.

"A cada fascista le llega su día", afirmó Maduro la noche del jueves en alusión a Ledezma, y añadió que el alcalde fue apresado por orden de la Fiscalía General y "va a ser procesado por la justicia venezolana para que responda por todos los delitos cometidos contra la paz del país, la seguridad, la Constitución".

El arresto se produjo una semana después que Maduro denunció un supuesto plan de golpe de Estado en que estarían implicados Ledezma, el diputado opositor Julio Borges, un empresario y 11 militares, algunos de ellos retirados.

Urgelles comentó que los agentes enmascarados provocaron destrozos en la oficina e insistió en que los hombres no se identificaron como miembros de un cuerpo policial ni mostraron una orden judicial. Tampoco estuvo presente un fiscal del Ministerio Público como contemplan las leyes venezolanas para estos casos.

Un miembro del equipo de seguridad de Ledezma, bajo la condición del anonimato, relató a la AP que alrededor de las 5:00 de la tarde una decena de agentes vestidos de civil, algunos con chalecos negros con las siglas del SEBIN en sus espaldas, llegaron a las oficinas del alcalde e intentaron ingresar. Como no mostraron una orden judicial, los escoltas se negaron a darle paso.

Acto seguido se presentó un segundo grupo de enmascarados con uniformes de camuflado gris, sin identificación, quienes se abrieron paso destrozando con las culatas de sus fusiles una de las puertas de vidrio de la entrada principal de la oficina.

En un vídeo de seguridad del edificio se pudo apreciar cuando el alcalde era sacado a empujones por los policías en la planta baja de la edificación, mientras que a las afueras esperaban varias decenas de agentes que se retiraron rápidamente del lugar.

Ledezma fue elegido alcalde de la capital venezolana en noviembre de 2008 y reelecto en el 2013. En abril 2009 la Asamblea Nacional —con mayoría oficialista— lo despojó de la mayoría de sus atribuciones, dependencias y presupuesto un mes después que el ahora fallecido presidente Chávez asumió, con el apoyo de militares, los principales puertos y aeropuertos del país, la mayoría de los cuales estaban en manos de gobernadores opositores.

Maduro reiteró el jueves durante un acto público su denuncia del 12 de febrero de que había sido desarticulado un supuesto plan para derrocarlo y asesinarlo junto con otros dirigentes oficialistas.

El mandatario ha dicho repetidamente, sin mostrar pruebas, que el presunto plan implicaba el uso de un avión Tucano para atacar el palacio presidencial.

Maduro, que asumió la presidencia en abril de 2013, ha denunciado varios planes de magnicidio y golpe de Estado y más de una decena de actos de sabotaje. La oposición ha desestimado las denuncias y las ha atribuido a una estrategia del oficialismo para distraer la atención de los venezolanos de la difícil situación económica que enfrenta el país.

Venezuela está sumida en una crisis económica con una galopante inflación que cerró el año pasado sobre 64%, severos problemas de desabastecimiento, y una recesión que se prevé que se agravará este año por la caída de los precios petroleros que es la principal fuente de ingresos del país.