Bucha. La belleza de un frondoso bosque de pinos y el canto de los pájaros contrastaron con las muertes de las víctimas recién descubiertas de la guerra en Ucrania, cuando los trabajadores exhumaron los cadáveres de otra fosa cerca de Bucha, en las afueras de Kiev.

Las manos de varias víctimas estaban atadas a su espalda. El trabajo de desenterrar los restos coincidió con el reporte del jefe de la policía ucraniana de que las autoridades abrieron investigaciones sobre los asesinatos de más de 12,000 personas desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero.

Trabajadores con trajes para materiales peligrosos y máscaras usaron palas para exhumar los cuerpos del bosque, marcando cada sección con pequeños letreros amarillos numerados en el suelo. Los cadáveres, cubiertos de tela y tierra, atraían a las moscas.

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“Los disparos en las rodillas nos dicen que las personas fueron torturadas”, indicó Andriy Nebytov, jefe de la policía regional de Kiev. “Las manos atadas a la espalda con cinta indican que las personas habían sido retenidas durante mucho tiempo y que trataron de obtener información de ellas”.

Desde la retirada de las tropas rusas de la región a finales de marzo, las autoridades afirman haber descubierto los cadáveres de 1,316 personas, muchas de ellas en fosas comunes en bosques y otras partes.

Un sitio que los reporteros vieron cerca de Bucha el lunes era una fosa común, donde los horrores de los asesinatos conmocionaron al mundo después de que Rusia se retiró de la región a inicios de la guerra. Los reporteros vieron el lunes una fosa común detrás de una trinchera excavada para un vehículo militar. Los restos de siete civiles fueron recuperados de la fosa. Dos de los cuerpos fueron encontrados con las manos atadas y con heridas de bala en las rodillas y la cabeza, detalló Nebytov.

El jefe de la policía nacional, Igor Klimenko, dijo el lunes a la agencia de noticias Interfax-Ucrania que las investigaciones sobre las muertes de más de 12.000 ucranianos incluían algunos encontrados en fosas comunes. Añadió que los asesinatos masivos de personas también fueron hechos por francotiradores desde tanques y vehículos blindados de transporte de personal. Se hallaron cadáveres tirados en las calles y en sus casas, así como en fosas comunes.

No especificó cuántos de los más de 12,000 eran civiles y militares.

Por su parte, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky dijo que las fuerzas del país habían expulsado a los rusos de más de 1,000 asentamientos desde que comenzó la guerra, y prometió el lunes que liberarán todo el territorio ocupado, incluyendo la península de Crimea, que Rusia se anexó en 2014.

En su mensaje nocturno en video, el mandatario señaló que la batalla por el Donbás “seguramente pasará a la historia militar como una de las batallas más despiadadas en y por Europa”.

“El precio de esta batalla para nosotros es muy elevado”, manifestó. “Es simplemente terrible”.

El frente de guerra en el país abarca 2.500 kilómetros (1.550 millas) de longitud, según dijo.

Mientras, Amnistía Internacional acusó a Rusia en un informe de usar indiscriminadamente municiones de racimo en ataques contra Járkiv, con las que ha matado y herido a cientos de civiles.

Járkiv, la segunda ciudad más grande del país, ha sido blanco de intensos ataques de artillería desde que Rusia invadió Ucrania.

“El uso repetido de municiones de racimo ampliamente prohibidas es impactante, y un indicio más de un completo desprecio por la vida de civiles”, dijo Donatella Rovera, alta asesora de respuesta a crisis en Amnistía Internacional. “Las fuerzas rusas responsables de estos horrendos ataques deben rendir cuentas por sus acciones, y las víctimas y sus familias deben recibir reparaciones”.

El informe cita a médicos de hospitales de Járkiv que le mostraron a investigadores fragmentos característicos que habían retirado de los cuerpos de pacientes, así como de sobrevivientes y de testigos de los ataques.