Esta historia parece sacada de una película de Hollywood, pero la realidad siempre va a superar la ficción y en Düsseldorf, Alemania, dejó a los habitantes con la boca abierta cuando la Policía intervino a una pizzería y se dieron cuenta que su producto insignia contenía cocaína.

La investigación comenzó durante una inspección rutinaria realizada en el mes de marzo, cuando las autoridades detectaron algo extraño en el local ubicado en pleno casco antiguo de esta ciudad.

Según lo que comentó el inspector y jefe Michael Graf von Moltke, “la pizza número 40″ había ganado una gran popularidad y no porque tenía los ingredientes tradicionales que suele tener este alimento.

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La fórmula secreta que estaban utilizando en este lugar se trataba de un pequeño paquete de cocaína, que discretamente colocaban dentro de la caja de cartón, para aquellos clientes “especiales” que sabían qué pedir.

“Eso era nuevo para nosotros. Nos sorprendió porque el dueño nunca había sido acusado de delitos relacionados con drogas”, comentó Michael Graf.

Las autoridades estaban investigando al responsable del restaurante y cuando llegaron a registrar el domicilio del responsable del restaurante, de 36 años, arrojó por la ventana una mochila llena con 1.6 kilogramos de cocaína, que para su desgracia cayeron en los brazos de los investigadores.

La Policía le confiscó la cocaína, así como 400 gramos de marihuana y 268,000 euros en efectivo, dinero que, según los oficiales, podría ser producto de las ventas de la “pizza estrella”. El hombre fue arrestado.

Sin embargo, ante la falta de antecedentes penales, este pizzero salió en libertad y decidió reabrir el restaurante para volver a vender sus pizzas.

Las autoridades no lo perdieron de vista y, gracias a eso, dieron con otro hombre, de 22 años, quien tenía antecedente de tráfico de drogas y en la que también estuvieron involucrados dos personas más, quien junto al propietario fueron detenidos.