Piloto que mató a paracaidista con el ala del avión fue encontrado culpable de homicidio
“Esta ha sido la tragedia de mi vida, pero no tengo la culpa”, dijo el acusado.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Un piloto francés que decapitó al paracaidista Nicolas Galy con el ala de su avión fue declarado culpable de homicidio. El hecho ocurrió unos instantes después de que el hombre saltara de la aeronave.
El terrible suceso que acabó la vida de Galy, un ingeniero aeronáutico de 40 años entusiasta de los trajes aéreos, ocurrió hace más de cinco años. El piloto fue condenado a una pena suspendida por el tribunal penal de Montauban, por 12 meses.
¿Qué fue lo que pasó?
Según el medio francés ‘Le Parisien’, el hecho ocurrió el 27 de julio de 2018, cuando Nicolas Galy fue golpeado a 4,000 metros de altitud por el ala del avión del que había saltado tan solo unos segundos antes con su traje aéreo, lo que acabó con su vida en ese preciso instante. El ingeniero aeronáutico estaba usando un traje de alas, el cual le permite controlar a la persona la caída libre mediante mangas inflables con alas, como si fuese una ardilla voladora. Este deporte es considerado como uno de los más peligrosos, de acuerdo con portales deportivos.
Aun así, el paracaídas de emergencia que llevaba Galy se desplegó después del incidente, lo que hizo que el cuerpo del hombre aterrizara en un campo, según medios locales.
En audiencias judiciales en las que fue citado el piloto, dijo que no había informado a los ocho paracaidistas y dos trajes aéreos que estaban a bordo de lo que era su cuarto vuelo de salto ese día. Además, explicó que perdió de vista a Galy justo después de que saltara, por lo que asumió que ya estaba lejos del avión. “En comparación con los paracaidistas que están en caída libre, es más complicado con los que van en línea recta, pues no descienden mucho y pueden entrar en conflicto con el avión”, afirmó el piloto en una de las audiencias. También explicó que no fue su culpa, pues suponía que el paracaidista tenía un rumbo planeado.
“No siguió el rumbo esperado, no era mi responsabilidad”, dijo el piloto. “Creo que mi ruta de vuelo tenía sentido. Esta ha sido la tragedia de mi vida, pero no tengo la culpa”, afirmó nuevamente el piloto. No obstante, la licencia de vuelo del culpable de homicidio no era válida en el momento del salto porque había violado las restricciones impuestas por una autoridad aeronáutica en relación con una condición médica. Por lo tanto, la Asociación de Escuelas de Paracaidismo de Midi-Pyrénées, que contrató al piloto, fue multada con 20,000 euros, de los cuales 10,000 fueron suspendidos, según informó el medio ‘Le Parisien’. La presidenta de la escuela, Isabelle Deschamps, explicó que “desde la tragedia, las medidas de seguridad se han reforzado y son más draconianas y las reuniones informativas se han vuelto obligatorias”.