Papa Francisco llama atención hacia abusos de monjas en la iglesia
Apunta que el maltrato diario de las madres superioras contra las novicias “daña la fuerza de la vocación”.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Roma. El papa Francisco llamó la atención el sábado sobre un problema que el Vaticano ha tratado tradicionalmente de minimizar: los abusos de madres superioras a monjas que, debido a sus votos de obediencia, tienen pocas opciones para defenderse.
Durante una audiencia con miembros de la congregación para órdenes religiosas del Vaticano, Francisco mencionó una nueva investigación sobre el problema por un reportero de la prensa de la Santa Sede, Salvatore Cernuzio.
Francisco apuntó que el libro, “Velo de Silencio: Abuso, Violencia, Frustraciones en la Vida Religiosa Femenina” no detalla casos llamativos de violencia y abusos, “sino los abusos diarios que dañan la fuerza de la vocación”.
El libro, publicado en Italia el mes pasado, describe 11 casos de monjas y exmonjas que sufrieron abusos a manos de sus superiores. La mayoría fueron abusos sicológicos y espirituales y a menudo resultaron en que las mujeres dejasen o fuesen expulsadas de sus comunidades y cuestionasen su fe en Dios y en la iglesia. Algunas terminaron en las calles. Otras encontraron refugio en un hogar para mujeres abusadas.
El libro sigue un artículo sobre el mismo tema por la publicación jesuita La Civilta Cattolica en 2020 y reportes previos en la revista femenina del Vaticano sobre el abuso sexual de monjas por sacerdotes, así como su explotación por la jerarquía masculina de la iglesia para labores domésticas.
El nuevo libro también revela otra capa de las formas más insidiosas de abusos sicológicos cometidos por superiores contra sus propias monjas, algo que ha sido encubierto desde hace tiempo por un velo de secretos.
Contiene un ensayo devastador por una de las mujeres de mayor jerarquía en el Vaticano, la hermana Natalie Becquart, quien dijo que los casos deben forzar a la iglesia a examinar la realidad a veces tóxica de la vida en las órdenes religiosas, asistir a las víctimas y prevenir futuros abusos.
Francisco ha tratado de tomar medidas contra el poder caso absoluto de los superiores religiosos y laicos, además de la proliferación de nuevos movimientos religiosos, algunos de los cuales han registrado casos horrorosos de abusos sexuales, espirituales y otros.