Papa Francisco envía mensaje: “Les pido que recen por mí”
El pontífice sigue en estado crítico.
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Por segundo domingo consecutivo, aunque no apareció físicamente, desde su lecho de hospital, donde sigue en situación “crítica”, el papa Francisco envió un emotivo mensaje a los miles de fieles de todo el mundo que siguen con enorme ansiedad su evolución.
“Continúo con confianza mi hospitalización en el policlínico Gemelli, siguiendo con los tratamientos necesarios: ¡y el descanso también forma parte de la terapia!”, escribió. “Agradezco de corazón a los médicos y al personal sanitario de este hospital por la atención que me están demostrando y por la dedicación con la que realizan su servicio entre las personas enfermas”, añadió. Nuevamente dio las gracias por los mensajes de cercanía recibidos desde todo el mundo y pidió que rezaran por él.
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En el texto enviado, difundido por el Vaticano al mediodía local -la misma hora exacta en la que normalmente el Pontífice se asoma de la ventana de su despacho del Palacio Apostólico para recitar la oración ante miles de fieles-, confirmó que en los últimos nueve días de internación, cuando los partes hablaban de que durante la jornada había realizado “actividades de trabajo”, era verdad. Fuentes vaticanas dijeron que lo había escrito hace “unos días”. Así como el hecho de que, más allá de la situación delicada y de las complicaciones aparecidas el sábado -cuando tuvo una crisis respiratoria severa y, además, debido a falta de plaquetas y anemias, transfusiones de sangre-, sigue alerta e informado -lee todos los días algunos diarios- y preocupado por la situación del mundo.
“Mañana se cumple el tercer aniversario de la guerra a gran escala contra Ucrania: ¡un acontecimiento doloroso y vergonzoso para toda la humanidad!”, denunció.
Como todos los domingos, renovó su cercanía al “martirizado pueblo ucraniano”, e invitó a los fieles de todo el mundo a recordar a las víctimas de todos los conflictos armados. Además, llamó a rezar “por el don de la paz en Palestina, en Israel y en todo Oriento Medio, en Myanmar, en Kivu y en Sudán”.
Como también había expresado el domingo pasado, cuando su cuadro clínico no era tan alarmante como el actual y no había aún aparecido una neumonía bilateral, sino que tan sólo se hablaba de infección de las vías respiratorias, volvió a dar las gracias por el inmenso afecto y apoyo que está recibiendo a escala global en este momento de gran fragilidad.
“En estos días me han llegado muchos mensajes de afecto y me han impresionado especialmente las cartas y dibujos de los niños”, escribió. “¡Gracias por esta cercanía y por las oraciones de confortación que he recibido de todo el mundo! Encomiendo a todos a la intercesión de María y les pido que recen por mí”.
También consciente de que se celebraba en su ausencia en la Basílica de San Pedro una misa por el Jubileo de los diáconos, donde fue reemplazado por el arzobispo Rino Fisichella y hubo ordenaciones de diáconos, les envió un mensaje especial.
“Queridos hermanos diáconos, ustedes se dedican a anunciar la Palabra y al servicio de la caridad; desempeñan su ministerio en la Iglesia con palabras y obras, llevando a todos el amor y la misericordia de Dios”, indicó. “Los exhorto a continuar con alegría su apostolado y a ser, como nos sugiere el Evangelio de hoy, signo de un amor que abraza a todos, que transforma el mal en bien y genera un mundo fraterno. ¡No tengan miedo de “arriesgar el amor”!”, les pidió.