Papa Francisco acepta renuncia de sacerdote colombiano
El sacerdote fue señalado el año pasado por presunto abuso sexual.
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Bogotá. El papa Francisco aceptó la renuncia de monseñor Óscar Augusto Múnera Ochoa al Vicariato Apostólico de Tierradentro, una región ubicada en el suroeste de Colombia donde habitan comunidades indígenas, quien fue señalado el año pasado por dos periodistas colombianos de presunto abuso sexual.
La escueta comunicación divulgada el sábado por el Vaticano no detalla las razones que llevaron al pontífice a aceptar la renuncia de Múnera Ochoa al Vicariato en el que fue nombrado en julio de 2015.
Su renuncia ocurre luego de que los periodistas Juan Pablo Barrientos y Miguel Ángel Estupiñán publicaran “El archivo secreto” en 2023, un libro que contiene un listado con nombres de 569 sacerdotes, entre ellos Múnera Ochoa, cuestionados por presunto abuso sexual y las historias de una docena de víctimas. Sobre Múnera Ochoa no hay denuncias públicas ante la fiscalía.
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#ATENCIÓN: El papa Francisco aceptó la renuncia del obispo abusador Óscar Augusto Múnera. Una pequeña victoria para el sobreviviente que lleva más de 20 años denunciando a este personaje. @Casa_Macondo https://t.co/eo3Q7PLYAP pic.twitter.com/FpH3kod5jP
— Juan Pablo Barrientos (@JPBarrientosH) July 20, 2024
The Associated Press consultó a la Conferencia Episcopal colombiana sobre el porqué de la renuncia de Múnera Ochoa, sin obtener una respuesta de inmediato.
Barrientos, quien mantiene en anonimato el nombre de quien sería la víctima del sacerdote, aseguró el sábado en su cuenta de X, antes Twitter, que la persona ha denunciado a Múnera Ochoa en los últimos 20 años luego de ser presuntamente abusado en Santa Rosa de Osos —el pueblo natal del sacerdote—. En mayo, el periodista denunció que la víctima “fue asaltado en su casa, le robaron las pruebas del abuso (como fotografías) y fue amenazado de muerte”.
La iglesia Católica en Colombia pidió perdón el año pasado a las víctimas de abuso sexual en el país, lo que calificó como un “crimen” y “pecado grave”.