Papá de joven israelí secuestrado fallece horas antes de la liberación de su hijo
“Murió de pena” al no soportar la situación.
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Jerusalén. Yossi Meir, el padre de uno de los rehenes israelíes rescatados el sábado, Almog Meir Jan, murió la madrugada del sábado horas antes de saber que había en marcha una operación para sacar de la Franja de Gaza a su hijo y otros tres secuestrados.
“Mi hermano murió de pena y no pudo ver volver a ver a su hijo. La noche anterior al regreso de Almog, el corazón de mi hermano se detuvo”, confirmó a la emisora pública israelí Kan su hermana Dina.
Yossi, de 57 años, vivía solo en la ciudad israelí de Kfar Saba, y será enterrado allí esta tarde.
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Dina explicó que un oficial de Ejército le llamó ayer por la mañana para comunicarle que habían rescatado a su sobrino y que habían llamado a Yossi pero no lo habían podido localizar. Ella tampoco pudo, feliz con la noticia, salió de inmediato a su casa para contárselo en persona.
Precisó que condujo su automóvil “como una loca y cuando llegué toqué la puerta, grite Yossi, Yossi... y nada. No obtuve respuesta”, relata. Vio que la puerta estaba abierta, entró y lo encontró aparentemente dormido en el sofá, pero inmutable a sus gritos.
“Vi el color de su piel, lo toqué, ya estaba muerto”, contó entre lágrimas.
Israel llevó a cabo el sábado una exitosa operación de rescate de cuatro rehenes israelíes con vida en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza, donde al menos 210 gazatíes murieron y más de 400 resultaron heridos bajo el intenso fuego israelí durante la misión.
Además de Almog Meir Jan, de 21 años, también fueron rescatados con vida Noa Argamani, de 25 años; Andrey Kozlov, de 27, y Shlomi Ziv, de 40, que fueron secuestrados por Hamás en el festival de música ‘Nova’ el 7 de octubre.
“Estamos muy contentos con el regreso de Almog, pero el cerebro no puede asimilar que este sea el final. Estamos destrozados”, indicó la tía.
Dina relató a Kan que su hermano Yossi pasó ocho meses “pegado al televisor aferrándose a cada dato” y que cada vez que un posible acuerdo de tregua para liberar rehenes no salía adelante “se le rompía el corazón”.
“Perdió 20 kilos, no podía soportarlo de ninguna manera. Se encerraba en sí mismo, no quería ver a la gente. Todos estábamos preocupados por Yossi, pero él no podía comunicarse con nadie”, matizó.
Almog conoció la noticia de la muerte de su padre, poco después de ser rescatado, cuando se reencontró con su familia en el hospital Sheba donde fue trasladado para recibir atención médica.