La policía en el este de Pakistán detuvo a más de 100 hombres musulmanes y les acusó de atacar a un padre y un hijo cristianos que habían sido acusados de profanar páginas del libro sagrado islámico, según dijeron las autoridades el lunes.

La turba se formó el sábado después de que personas de la zona dijeran haber visto páginas quemadas del Corán frente a la casa de los dos hombres cristianos y acusaran al hijo de ser el responsable. La muchedumbre prendió fuego a su casa y su fábrica de zapatos en la ciudad de Sargodha, en la provincia de Punjab, indicó el agente de policía Assad Ijaz Malhi.

La policía rescató a los dos hombres heridos y los trasladó a un hospital, donde permanecían estables, indicó Malhi. Al menos 100 hombres fueron detenidos tras varias redadas policiales. Las autoridades buscaban a otras personas que pudieran haber estado implicadas en el ataque, señaló.

Las llamas consumieron por completo la fábrica y partes de la casa, según residentes y la policía.

La policía de Punjab dijo que había reforzado la seguridad en iglesias.

La policía publicó detalles sobre el incidente en un comunicado el lunes y dijo que los agentes habían recibido una llamada de auxilio de la ciudad de Sargodha que les informaba de que una persona en una comunidad cristiana había profanado un Corán y una turba había rodeado su casa para lastimarles a él y a su familia.

El jefe de policía del distrito, acompañado por otros, llegó a la comunidad de Mujahid, donde ocurrió el incidente, y “la situación era muy volátil, con la turba reclamando que el supuesto blasfemo les fuera entregado para enfrentar su ira”, según el comunicado.

La policía rescató a 10 cristianos que habían sido rodeados por una turba y los trasladó a un lugar seguro, indicó.

Varios agentes resultaron heridos cuando rescataban al acusado, indicó la policía.

La investigación seguía en marcha para determinar la extensión de los daños, dijo Malhi.

Las acusaciones de blasfemia son habituales en Pakistán, y según las leyes de blasfemia del país cualquiera condenado por insultar al islam o a figuras religiosas islámicas puede ser condenado a muerte. Aunque nadie ha sido ejecutado por ese delito, a menudo basta con una acusación para provocar disturbios e incitar a turbas que cometen actos violentos, linchamientos y asesinatos.

El nuevo incidente recodaba a uno de los peores ataques contra cristianos en Pakistán registrado en agosto de 2023, cuando miles de personas prendieron fuego a iglesias y casas de cristianos en Jaranwala, un distrito de la provincia de Punjab.

En esa ocasión, residentes musulmanes también dijeron que habían visto a dos hombres profanando un Corán.