Berlín. Un creciente número de países prohibieron ayer viajes procedentes de Gran Bretaña y otros sopesaban hacerlo en un intento por evitar que una nueva cepa del coronavirus que está causando estragos en el sur de Inglaterra se propague a sus territorios.

En Europa, Francia, Alemania, Italia, Holanda, Bélgica, Austria, Irlanda y Bulgaria anunciaron restricciones a los viajes del Reino Unido, horas después de que el primer ministro Boris Johnson anunciara que las compras y reuniones por la Navidad en el sur de Inglaterra deben cancelarse por la rápida propagación de infecciones adjudicadas a la nueva cepa del coronavirus.

Johnson de inmediato puso a esas regiones bajo una estricta Clasificación 4, obstaculizando los planes de Navidad para millones de personas.

Y al otro lado del océano Atlántico, el gobierno argentino suspendió ayer por la noche todos los vuelos procedentes y con destino a Gran Bretaña a partir de hoy.

Las autoridades argentinas permitirán única y exclusivamente la llegada de un vuelo procedente de Londres al aeropuerto de Ezeiza el lunes por la mañana, informó el gobierno argentino en un comunicado.

Chile, por su parte, prohibió la entrada al país a personas extranjeras que hayan estado en los últimos 14 días en el Reino Unido y suspendió los vuelos directos Chile-Gran Bretaña.

El Salvador indicó que prohibiría la entrada a cualquiera que hubiera visitado Gran Bretaña en los 30 días previos.

Canadá anunció su propia prohibición ayer por la noche. El primer ministro Justin Trudeau dijo en un comunicado que, durante 72 horas a partir de la medianoche del domingo, “todos los vuelos procedentes de Gran Bretaña tendrán prohibido ingresar a Canadá”. Añadió que los viajeros que lleguen el domingo estarán sujetos a una revisión adicional y otras medidas de sanidad.

Más allá de Europa, Israel también indicó que prohibiría vuelos provenientes de Gran Bretaña, Dinamarca y Sudáfrica porque en esos países se encontró la mutación.

Francia prohibió todos los viajes provenientes del Reino Unido durante 48 horas a partir del domingo en la noche, incluidos los camiones que transportan carga por el túnel debajo del Canal de la Mancha o desde el puerto de Dover, ubicado en la costa sur de Inglaterra. Eso le daría tiempo a las autoridades francesas para encontrar una “doctrina común” sobre cómo lidiar con la amenaza, pero mientras tanto se produjo un caos en la transitada ruta debajo del canal, utilizada por miles de camiones al día.

El puerto de Dover tuiteó ayer por la noche que su terminal de transbordadores estaba “cerrada a todo el tránsito procedente de Gran Bretaña hasta nuevo aviso debido a las restricciones fronterizas de Francia”.

Los viajes de trenes de pasajeros desde Londres a París, Bruselas y Ámsterdam también fueron suspendidos.

Por su parte, Alemania dijo que todos los viajes procedentes de Gran Bretaña, con excepción de los vuelos de carga, ya no podrían aterrizar a partir de la medianoche de ayer. De momento no dijo cuánto duraría la prohibición.

Alemania, que actualmente tiene la presidencia rotativa de la UE, convocó a una reunión de emergencia el lunes con los 27 miembros del bloque para coordinar la respuesta a la nueva cepa del virus. En tanto, el primer ministro belga Alexander De Croo dijo que iba a emitir una prohibición de vuelos por 24 horas a partir de la medianoche “como medida de precaución”.

“Hay muchas preguntas sobre esta nueva mutación”, comentó, y añadió que esperaba que las cosas estuvieran más claras para el martes.

Holanda prohibió los vuelos del Reino Unido por lo menos lo que resta del año; Irlanda emitió una prohibición de vuelo de 48 horas, y Austria e Italia indicaron que detendrían los vuelos provenientes de Gran Bretaña, pero no especificaron cuándo entraría en vigor la prohibición.

El ministro de Salud de Italia, Roberto Speranza, dijo que una orden aprobada ayer bloquea los vuelos del Reino Unido y prohíbe la entrada a Italia a cualquiera que haya estado allí durante los últimos 14 días. La orden prohíbe viajes en avión hasta el 6 de enero.

Por otro lado, la República Checa impuso medidas de confinamiento más estrictas para las personas que llegan del Reino Unido.