La Asamblea General de Naciones Unidas aprobó por una abrumadora mayoría el martes una declaración que pide medidas urgentes para erradicar el sida para 2030, y señaló “con alarma” que la pandemia del coronavirus ha exacerbado las desigualdades y empeoró el acceso a los antirretrovirales, al tratamiento y al diagnóstico de la enfermedad.

La declaración compromete a las 193 naciones miembro de la asamblea a implementar el documento de 18 páginas, que contempla la reducción anual de las infecciones de VIH por debajo de las 370,000, y de los decesos relacionados con el sida a menos de 250,000 para 2025. Además insta a avanzar hacia la eliminación de todos los estigmas y la discriminación por el sida, y a trabajar para dar con una vacuna contra el VIH y una cura para el sida.

Sin un gran aumento de los recursos y la cobertura a los vulnerables e infectados, “no terminaremos con la epidemia del sida en 2030”, advirtió la asamblea.

La pandemia del coronavirus ha provocado que se den pasos atrás en la lucha contra el sida, “ampliando las líneas divisorias dentro de un mundo profundamente desigual y exponiendo los peligros de una inversión insuficiente en salud pública, en los sistemas de salud y en otros servicios públicos esenciales para todos y de preparación ante la pandemia”, agregó.

Aunque la inversión internacional en respuesta a la pandemia no es la adecuada, no tiene precedentes, reconoció el organismo.

La respuesta de muchas naciones al coronavirus ha demostrado “el potencial y la urgencia de una mayor inversión” frente a las pandemias, subrayando “el imperativo de aumentar las inversiones en los sistemas de salud públicos, incluyendo las respuestas al VIH y a otras enfermedades de aquí en adelante”, apuntó.

La asamblea adoptó la resolución en la primera jornada de una cumbre de alto nivel de tres días sobre el sida, con 165 votos a favor y cuatro en contra, los de Rusia, Bielorrusia, Siria y Nicaragua.

Antes del voto, la asamblea rechazó también por una abrumadora mayoría tres enmiendas propuestas por Moscú, que habrían eliminado las referencias a las violaciones de los derechos humanos que perpetúan la pandemia global del sida y a un enfoque colaborativo “basado en los derechos” de ONUSIDA, la agencia de la ONU que lidera los esfuerzos globales para erradicar la enfermedad. Además, habrían retirado las referencias a las reformas de leyes discriminatorias como la edad de consentimiento; las intervenciones para tratar el VIH entre consumidores de drogas por vía intravenosa —como la “terapia de sustitución de opioides”— y la “expansión de programas de reducción de daños”.

La directora ejecutiva del Programa Conjunto de Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA), Winnie Byanyima, dio la bienvenida a la declaración y dijo a la Asamblea que “será la base para nuestro trabajo para erradicar esta pandemia que lleva 40 años devastando comunidades”.

Calificando el sida como “una de las pandemias más letales de los tiempos modernos”, afirmó que 77.5 millones de personas se han contagiado de VIH desde que se reportó el primer caso en 1981, y cerca de 35 millones han muerto a causa del sida.

“Las tasas de VIH no siguen la trayectoria que prometimos juntos”, afirmó. “En su lugar, en medio de la crisis del COVID podríamos ver incluso como resurge la pandemia”.