OMS reitera que tercera dosis empeora acceso a vacunas contra COVID-19 en países pobres
“Esto es un escándalo que debe parar ahora”, manifestó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Ginebra. La tercera dosis de la vacuna contra el COVID-19 que se está inoculando en varios países está haciendo más difícil el acceso a las dos primeras dosis en los países pobres, dijo hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS), que reveló que cada día se administran seis veces más dosis de refuerzo que dosis iniciales.
“Esto es un escándalo que debe parar ahora. La gran mayoría de países están listos para vacunar, pero necesitan las dosis”, dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una rueda de prensa.
Los expertos de la organización expresaron alarma ante la curva ascendente de la pandemia, en particular en Europa, donde en la última semana se reportaron dos millones de casos, la mayor cifra semanal desde que empezó la pandemia.
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Las muertes en Europa, que fueron 27,000, representaron la mitad de todas las que ocurrieron en el mundo.
La organización sostuvo que para alcanzar su meta de que el 40% de la población de todos los países esté vacunada para finales de año necesita 550 millones de dosis adicionales, lo que equivale a lo que se produce en tan solo 10 días.
La OMS tendría de sobra esa cantidad de dosis para distribuirlas a través de la plataforma COVAX (creada para trabajar en favor de un acceso equitativo a las vacunas) si una mayoría de los países que prometieron donar un total de 1,400 millones de dosis hubieran cumplido su palabra. Por ahora, sólo han entregado el 20% de lo ofrecido.
Varias de esas promesas se han quedado sin cumplir porque una treinta de países han pasado a recomendar una tercera dosis a sus poblaciones, en algunos casos a los grupos de mayor riesgo y en otros a la gente en general.
“No tiene sentido dar refuerzos a adultos saludables o vacunar a los niños cuando hay trabajadores sanitarios, gente mayor y de alto riesgo alrededor del mundo que siguen esperando por la primera dosis”, sostuvo Tedros, quien dijo que una excepción deben ser las personas que tienen un sistema inmunológico que no funciona bien y deberían recibir un refuerzo.