Olor a azufre y cenizas cubren la isla caribeña de San Vicente
Dependiendo del daño causado por las erupciones del volcán La Soufriere, la vuelta a la normalidad podría demorarse meses.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Kingstown. La gente que no atendió el anuncio inicial de las autoridades de abandonar el área más cercana a un volcán en la isla caribeña de San Vicente huyó a toda prisa hoy, un día después que el volcán La Soufriere registró una potente erupción que sacudió la tierra, arrojó nubes de cenizas y cubrió la isla con una capa de fina roca volcánica.
La erupción de ayer, la primera de gran magnitud desde 1979, transformó las aldeas y pueblos de la isla en versiones grises y tristes de ellos mismos. Un fuerte olor a azufre era inevitable el sábado y la ceniza cubrió prácticamente todo, filtrándose en los hogares, autos y hasta la nariz, y ocultó la luz del sol que hace de esta isla un lugar tan popular entre los turistas.
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Chellise Rogers, que vive en la aldea de Biabou, que se encuentra en el área de San Vicente que es considerada segura, dijo que ella podía escuchar un estruendo continuo.
“Es emocionante y escalofriante al mismo tiempo”, comentó. “(Es la ) primera vez que soy testigo de una erupción de un volcán”.
Los científicos advierten que las explosiones podrían continuar por días o incluso semanas, y que lo peor está por venir.
“El primer estallido no es necesariamente el mayor que dará este volcán”, señaló Richard Robertson, geólogo del Centro de Investigación Sísmica de la Universidad de las Indias Occidentales, en una conferencia de prensa.
Cerca de 16,000 personas se vieron obligadas a huir de las comunidades cubiertas de ceniza con nada más que los efectos personales que pudieron meter en maletas y mochilas. Sin embargo, hasta ahora no hay reportes de muertos o heridos a causa del estallido inicial ni de los posteriores. Antes de la erupción, el gobierno ordenó a la población desaojar la zona de mayor riesgo alrededor del volcán de 1,220 metros (4,003 pies) de altura luego que los científicos advirtieron que el magma se acercaba a la superficie.
Ralph Gonsalves, el primer ministro de las 32 islas que comprenden San Vicente y las Granadinas, dijo en entrevista con NBC Radio, una emisora local, que la población debe mantener la calma, ser paciente y tratar de protegerse del coronavirus. Añadió que las autoridades buscan determinar cuál es la forma de recoger y deshacerse de la ceniza, la cual cubrió la pista de un aeropuerto cerca de la capital, Kingstown, ubicada a unos 32 kilómetros (20 millas) al sur, y que incluso se extendió hasta Barbados, aproximadamente a 190 kilómetros (120 millas) al este.
“La agricultura se verá muy afectada, podríamos perder a algunos animales y tendremos que hacer reparaciones en las viviendas, pero si tenemos vida y tenemos fuerza, podremos reconstruirlo mejor, más fuertes y juntos”, sostuvo el primer ministro.
La gente que optó por quedarse en la zona tras el desalojo inicial se apresuró a hacerlo hoy. Un número reducido de personas cubiertas de ceniza abandonaron el área a bordo de pequeños botes y se dirigieron a tras partes de la isla, que representa cerca de 90% del territorio total del país.
Naciones desde Antigua a Guyana se ofrecieron bien a enviar suministros de emergencia a su vecino o a abrir temporalmente sus fronteras para la población que se vio obligada a huir del área cercana al volcán.
El volcán, que tuvo su última erupción en 1979, seguía rugiendo mientras los expertos advirtieron que las erupciones explosivas podrían continuar por días y posiblemente semanas. Unas 1,600 personas fallecieron en la registrada en 1902.
Gonsalves señaló que, dependiendo del daño causado por la explosión, la vuelta a la normalidad podría demorarse hasta cuatro meses. Hasta ayer, 2,000 personas se alojaban en 62 albergues gubernamentales, mientras que cuatro cruceros vacíos fondeados cerca esperaban para trasladar a otros evacuados a islas cercanas. Los que se quedan en los alojamientos del gobierno pasaban pruebas de detección del coronavirus, y quien dé positivo será trasladado a un centro de aislamiento.
La primera explosión ocurrió ayer en la mañana, un día después de que el gobierno ordenó la evacuación obligatoria en base a las advertencias de los científicos, que detectaron actividad sísmica antes del amanecer del jueves que significaba que el magma estaba acercándose a la superficie. La erupción arrojó una columna de ceniza a más de siete kilómetros (33,000 pies) de altura, con relámpagos coronando la enorme nube de humo a última hora de ayer.
La actividad volcánica obligó a cancelar varios vuelos y la ceniza limitó las evacuaciones en algunas zonas por la escasa visibilidad. Las autoridades advirtieron que Barbados, Santa Lucía y Granada podrían recibir una ligera lluvia de ceniza mientras el volcán de 1,220 metros (4,003 pies) seguía rugiendo. Se espera que la mayoría de la ceniza se dirija al noreste, hacia el Océano Atlántico.
La Soufriere ya tuvo una erupción efusiva en diciembre, que llevó a expertos de la región a viajar a la isla para analizar la formación de una nueva cúpula volcánica y los cambios en el lago de su cráter, entre otras cosas.
En el Caribe oriental hay 19 volcanes activos, incluyendo dos submarinos cerca de la isla de Granada. Uno de ellos, Kick ‘Em Jenny, ha mostrado actividad en los últimos años. El más activo es Soufriere Hills, en Montserrat, que está en constante erupción desde 1995, arrasando la capital, Plymouth, y matando a al menos 19 personas en 1997.