Estambul. Hatice Cengiz, la prometida del periodista Jamal Khashoggi, asesinado por el régimen saudí en 2018, acusó este viernes al presidente Joe Biden de “salvar al asesino”, después de que la Casa Blanca determinara que el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, debería tener inmunidad.

“Biden ha salvado al asesino al concederle la inmunidad. Salvó al criminal y se involucró él mismo en el crimen”, dijo en Twitter la novia del periodista saudí asesinado en el consulado de su país en Estambul en octubre de 2018, un crimen del que el propio presidente de Estados Unidos responsabilizó en el pasado al príncipe heredero.

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“Jamal ha vuelto a morir hoy”, insistió Cengiz, una ciudadana turca que estaba a punto de casarse con Khashoggi cuando fue secuestrado y descuartizado.

Abogados del Gobierno estadounidense, a petición del Departamento de Estado, indicaron a última hora del jueves al tribunal de Washington que Bin Salmán, por ser jefe del Gobierno saudí, tiene inmunidad diplomática.

Hatice Cengiz, prometida del periodista asesinado Jamal Khashoggi.
Hatice Cengiz, prometida del periodista asesinado Jamal Khashoggi. (The Associated Press)

“El Departamento de Estado estadounidense ha otorgado inmunidad a MBS (abreviatura de Mohamed bin Salmán). No es una decisión que esperara todo el mundo. Pensábamos que quizás hubiera una luz de justicia desde Estados Unido. Pero, de nuevo, el dinero es lo primero”, escribió Cengiz.

La activista pro derechos humanos ya había reprochado en julio pasado a Biden su reunión con Bin Salmán en Arabia Saudí.

Khashoggi, antiguo hombre del régimen saudí pero enfrentado luego a Bin Salmán, entró en el consulado saudí en Estambul el 2 de octubre de 2018 para obtener la documentación que necesitaba para casarse con Cengiz, pero nunca volvió a salir del edificio, ni hasta ahora hay rastro de los restos de su cuerpo.

El pasado abril la Justicia turca archivó el caso y trasladó el expediente a Arabia Saudí, cerrando así en la práctica cualquier posibilidad de condenar a los culpables del crimen.

Arabia Saudí había condenado en septiembre de 2020 a ocho acusados, cinco de ellos a pena de muerte conmutada luego por 20 años de prisión, pero la escasa transparencia del juicio ha suscitado numerosas críticas.