Nicolás Maduro ve amago de golpe
Anunció que se reunió con los miembros de un "comando antigolpe" en el Cuartel de la Montaña, donde descansan los restos de Chávez.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
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Como muestra de las pasiones desatadas en esta nación petrolera, Nicolás Maduro debió escuchar en su primera noche en casa de gobierno como presidente electo una atronadora protesta con cacerolas y manifestaciones callejeras.
Aunque no hubo incidentes graves durante las manifestaciones que tuviesen víctimas fatales, los ánimos estuvieron encendidos, particularmente entre los opositores, quienes a pesar de su derrota en los comicios del domingo han logrado elevar su participación a casi el mismo nivel del hasta ahora todopoderoso "chavismo".
Un día después de los comicios aún se desconocía la suerte exacta que corre una demanda de la envalentonada oposición para volver a contar todos los votos.
Ambos bandos han convocado acciones callejeras, desde una marcha opositora encabezada por su líder, Henrique Capriles, programada para el miércoles en Caracas hacia la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE), hasta la juramentación de Maduro en la Asamblea Nacional el viernes, para cuando el presidente convocó "al pueblo" a acompañarlo.
Tarde en la noche del martes, Maduro anunció que se reunió con los miembros de un "comando antigolpe" en el Cuartel de la Montaña, donde descansan los restos de Chávez.
Acusó a los manifestantes de la oposición de atacar a algunos consultorios médicos ambulatorios del gobierno y la casa del presidente del CNE, Tibisay Lucena, sin ofrecer más detalles.
Destacó que el gobierno investigaba versiones de un supuesto fallecido durante uno de los ataques a los pequeños centros médicos que forman parte de un programa de salud para los pobres.
Lo que fue una jornada electoral sin mayores incidentes ha desembocado en una crisis política en la que Capriles, respaldado por 7,29 millones de votos, exige el reconteo porque asegura que, según la información de sus mesas electorales, él fue el ganador.
Sin embargo, como el CNE no solo otorgó la victoria a Maduro, por menos de dos puntos porcentuales de diferencia sobre su rival, sino que no ha contestado oficialmente la demanda de reconteo de la totalidad de las boletas, se desconoce hasta dónde podría llegar la situación.
Las manifestaciones convocadas en Caracas tanto por oficialistas como por opositores podrían coincidir, lo que podría derivar en incidentes violentos.
Ni los chavistas hacen manifestaciones en el este, ni los opositores incursionan en el oeste capitalino. Cada quien en su propio patio, como tradicionalmente ocurre.
Por la tarde, al ser proclamado ganador por el CNE, Maduro advirtió de intentonas golpistas supuestamente promovidas por la oposición.
"No vamos a aceptar golpistas en la calle", aseveró Maduro.
"Aquí los esperamos, golpistas", dijo Maduro en una reunión con seguidores tras la ceremonia de reconocimiento de su triunfo.
Capriles pidió a sus seguidores manifestarse el martes en las sedes electorales de las ciudades afuera de Caracas y el miércoles en la capital.
El último boletín oficial del CNE, con 99.12% de los votos escrutados, dio a Maduro 7.563.747, o 50,75%, y a Capriles 7.296.876 votos, o 48,98%.
El canciller Elías Jaua informó el lunes que llamó a consultas a su embajador en Madrid luego de comentarios del canciller español José Manuel García-Margallo, quien afirmó que "desconoce implícitamente" los resultados electorales.
Señaló que Venezuela se reserva su derecho a tomar medidas "si persiste esta actitud de desconocimiento por parte del gobierno de España".
El llamado "reconteo" de votos no está reconocido explícitamente en la ley electoral venezolana. Lo que sí está reconocido en la ley es la "auditoría ciudadana", un mecanismo por el cual se abren las cajas y se revisa sólo el acta que resume la totalidad de votos.
Dashell López, integrante de la organización civil Súmate, que sigue los procesos electorales, dijo a The Associated Press que la ley establece desde 2004 que al final de cada elección presidencial se audite el 54% de las mesas de votación.
En el país hay 13.807 centros electorales y en esos centros hay un total de 39.319 mesas.
Jorge Rodríguez, el jefe de campaña de Maduro, dijo el lunes más temprano a la televisora Venevisión que están dispuestos a que se abra el 100% de las cajas, pero sólo para revisar las actas que comprueban la totalidad de los sufragios, pero no a recontar cada uno de los votos.
"Para hacer la auditoría, no conteo manual", dijo.
En Venezuela, la gente vota en una pantalla electrónica y enseguida obtiene un comprobante de papel que consigna cómo votó y que debe introducir en una caja de cartón. Luego, al final de la jornada electoral, un aparato imprime el acta con conteo total de los votos para cada uno de los candidatos.
Blanca Rosa Mármol, ex magistrada de la Corte Suprema venezolana y abogada, dijo que el país vive "un momento de mucha incertidumbre, pero aquí no hay instituciones ante las cuales acudir, y así como hubo abusos en la campaña, si hubiera un fraude, no habría institución que lo declarara".
Para ella, "hay una inconformidad evidente en la población y es evidente que (el país) está dividido en dos partes".