Museo de España confía en mantener pintura robada por nazis
La Corte de Apelaciones decidirá ahora si la ley estatal de California, en vez de la ley federal, podría imponerse por encima de la ley española. Esto podría revocar los fallos anteriores.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Un museo nacional de España dijo el viernes que confía que los tribunales estadounidenses dicten una vez más que una valiosa pintura francesa impresionista que fue robada a una familia judía por los nazis pertenece al museo y no a los descendientes de la familia.
En un comunicado enviado el viernes, el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza dijo que, a pesar de un nuevo fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos que señala que el caso sea devuelto a cortes menores, confía en que esas cortes determinarán una vez más que la ley española y no la ley de California, debe prevalecer en el caso.
Eso significaría que la pintura, “Rue Saint-Honoré por la tarde, efecto de lluvia” de Camille Pissaro seguirá siendo propiedad del museo, donde está actualmente expuesta. La pintura tiene un valor estimado de más de 30 millones de dólares.
El fallo de la Corte Suprema del jueves, que indica que el caso sea devuelto a la Corte de Apelación, mantiene vivas las esperanzas de David Cassirer, un residente de San Diego, que espera recuperar la obra que perteneció a su bisabuela.
Otras cortes menores de Estados Unidos han concluido anteriormente que la ley de propiedad española y no la ley de California debería imponerse en el caso y que, de acuerdo a la ley española, el museo es el propietario legal de la pintura, que la familia creyó perdida o destruida por medio siglo.
La Corte de Apelaciones decidirá ahora si la ley estatal de California, en vez de la ley federal, podría imponerse por encima de la ley española. Esto podría revocar los fallos anteriores.
El museo Thyssen señala que la juez de la Corte Suprema Sonia Sotomayor había comentado durante la audiencia que el próximo fallo probablemente sea a favor del museo español.
La bisabuela de Cassirer, Lilly Cassirer, una judía alemana, era propietaria de la pintura al óleo de 1897. Después de que los nazis ascendieron al poder, Cassirer y su esposo escaparon de Alemania. En 1939, y para obtener visas para salir del país, entregaron la pintura a los nazis.
La pintura cambió de propietario varias veces tras esto.
En 1958, Lilly Cassirer llegó a un acuerdo financiero con el gobierno alemán por el equivalente actual de unos 232.000 euros (250.000 dólares), pero no renunció a los derechos para tratar de recuperar la pintura si era encontrada.
En vez de ser destruida o perdida, la pintura había viajado a Estados Unidos, donde estuvo 25 años en manos de diferentes coleccionistas antes de ser adquirida en 1976 por el barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza de Lugano, Suiza. El barón fue propietario de la obra hasta la década de 1990, cuando vendió gran parte de su colección de arte a España.