Mundial el abuso hacia las trabajadoras domésticas inmigrantes
Un estatus migratorio irregular, el color de su piel y su género las hace vulnerables y las coloca en situaciones de abuso laboral, con falta de pagos y horarios interminables.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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NACIONES UNIDAS — La discriminación, violencia y explotación que sufren las trabajadoras domésticas inmigrantes persiste a lo ancho del planeta a pesar de tratados recientes que protegen sus derechos, denunciaron varias expertas durante un foro celebrado el miércoles en el marco de la Comisión del Estatus de la Mujer que se lleva a cabo en las Naciones Unidas.
Un estatus migratorio irregular, el color de su piel y su género las hace vulnerables y las coloca en situaciones de abuso laboral, con falta de pagos y horarios interminables de trabajo, denunciaron las expertas de grupos como ONU Mujeres.
Además, las inmigrantes son víctimas de traficantes que abusan de ellas físicamente y agencias de empleo que no les garantizan derechos mínimos, señalaron.
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"El abuso a trabajadoras migrantes es prevalente", dijo Sarah Gammage, de ONU Mujeres.
Las mujeres representan la mitad de los 232 millones de personas en el mundo que viven y trabajan fueran de sus países de origen. El 83% de los aproximadamente 53 millones de trabajadores domésticos en el mundo son mujeres, según cifras de la ONU.
Las expertas dijeron que apenas 16 países han ratificado el Convenio Sobre las Trabajadoras y Trabajadores Domésticos que entró en vigor en el 2013 y que fue elaborado por la Organización Internacional del Trabajo. Colombia, República Dominicana, Ecuador, Costa Rica, Bolivia, Nicaragua, Paraguay y Argentina se encuentran entre los países ratificadores.
"Muchos gobiernos aún nos ignoran", dijo Elizabeth Tang, secretaria general de la Federación Internacional de Empleados Domésticos.
El gobierno argentino promulgó en abril de 2013 una ley que crea un régimen laboral para las empleadas domésticas, a las que se les reconocen los mismos derechos que el resto de trabajadores, como vacaciones pagas, licencia por enfermedad, indemnización por despido y una jornada de trabajo de 48 horas semanales como máximo.
ONU Mujeres ha iniciado un programa piloto en México de tres años para promover y proteger los derechos de trabajadoras migrantes.