Los asesinatos a manos de grupos civiles van en aumento en la capital de Haití y las zonas aledañas, donde una multitud linchó y prendió fuego el martes a otros cinco hombres, dejando uno de los cuerpos cerca de un cuartel de policía en una comunidad de clase alta.

Las víctimas aparentemente fueron sacadas con vida del barrio de Jalousie, a las afueras de Puerto Príncipe, y posteriormente fueron asesinadas, de acuerdo con algunos de los presentes. La mayoría de los cuerpos fueron abandonados a lo largo del trayecto que conduce a la residencia del expresidente Jovenel Moïse, quien fue asesinado en julio de 2021. Un quinto cuerpo quedó tendido cerca de una estación de policía del suburbio de Petionville.

“Es horrible que sean asesinados frente a los ojos de la policía”, comentó Jean Marc Étienne, quien presenció la escena mientras estaba sentado en un parque frente a la estación de policía. “Eso demuestra que nadie está a salvo, que cualquiera puede ser asesinado”.

The Associated Press visitó el cuartel de la policía, donde las autoridades se negaron a comentar sobre lo ocurrido. Un portavoz de la policía no respondió a llamadas en busca de comentarios.

Desde la semana pasada se han reportado por lo menos 18 asesinatos a manos de grupos civiles en Puerto Príncipe y zonas aledañas, aunque videos y fotografías publicadas en redes sociales dejan entrever que la cifra es mayor. Las imágenes muestran principalmente a multitudes que lanzan enormes piedras a los hombres y prenden fuego a neumáticos empapados en gasolina que les fueron colocados alrededor o sobre sus cuerpos.

Los asesinatos se producen en momentos en que algunos haitianos señalan que están hartos y molestos por el aumento de la violencia de las pandillas, y la ONU reportó un incremento del 20% en los asesinatos entre enero y finales de marzo, en comparación con el último trimestre de 2022. Además, se han reportado 637 secuestros en lo que va del año, un incremento del 63% respecto a los últimos tres meses de 2022.

“La policía y los (funcionarios) de justicia tienen que tomar el control”, dijo Étienne sobre los asesinatos a manos de civiles.

En total, más de 130.000 haitianos han huido de sus comunidades mientras las pandillas irrumpen en sus sus hogares, les prenden fuego y matan a personas en territorios controlados por pandillas rivales.

El lunes, el primer ministro Ariel Henry condenó los asesinatos a manos de civiles y ordenó a la población que “se calme”.

“La inseguridad que vivimos es espantosa”, comentó, añadiendo que no se debe arrastrar a la población “a una violencia sin sentido”.

Algunos haitianos han condenado la violencia en redes sociales, señalando que los presuntos miembros de pandillas también tienen derecho a vivir y que no están a favor del creciente movimiento de grupos civiles.

Fotografías y videos compartidos en redes sociales muestran a haitianos mientras afilan sus machetes y utilizan camionetas grandes para bloquear la entrada a sus vecindarios mientras prometen expulsar a las padillas, que, de acuerdo con la ONU, controlan el 80% de Puerto Príncipe.

Durante el fin de semana, la Policía Nacional de Haití emitió un comunicado en el que señala que los agentes están desmantelando pandillas que están “aterrorizando a la población civil” en todo el país.

El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha pedido el despliegue inmediato de una fuerza armada extranjera, un llamado que el enviado especial de la ONU para Haití reiteró la semana pasada. Es una solicitud que el primer ministro haitiano hizo por primera ocasión en octubre, pero que el Consejo de Seguridad de la ONU no ha mostrado interés en atender.