Mujeres de la Amazonía ecuatoriana piden “una vida libre de violencia”
Las mujeres exigen al Estado respetar la sabiduría de los pueblos y el conocimiento de la partería ancestral en las comunidades de las distintas nacionalidades.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Las mujeres de pueblos y nacionalidades originarias de la Amazonía ecuatoriana pidieron este viernes “una vida libre de violencia”, así como una ley justa y reparadora en casos de todo tipo de violencias.
En un manifiesto señalaron que las mujeres tienen derecho a decidir sobre sus vidas y cuerpos, derecho a su autodeterminación y a demandar justicia ante una realidad: el abuso a las mujeres, niñas y adolescentes que termina en todo tipo de violencias incluso hasta la muerte.
“Las mujeres, desde la sabiduría de los pueblos hemos regulado nuestro ciclo y fertilidad, desde la soberanía de ser mujeres hemos tomado las decisiones difíciles por continuar con el linaje de nuestros pueblos, lo hemos hecho, lo hacemos y lo seguiremos haciendo sin culpas, sin castigos, porque sabemos que son decisiones que nadie más puede tomar”, indican.
Y apuntan que ante un contexto de violencia sistemática contra las mujeres lo mínimo que puede hacer la Asamblea Nacional, el Estado y el Gobierno es dar paso a una ley justa y reparadora en casos de todo tipo de violencias”.
“Nosotras no somos culpables de la violencia sistémica que recae sobre nuestros cuerpos, tenemos que dejar atrás la culpa colonial que responsabiliza a las mujeres de las atrocidades de la violencia machista y patriarcal, tenemos que permitir a la mujeres, niñas y adolescentes ejercer la autonomía sobre nuestros derechos, sobre nuestros cuerpos sobre nuestras vidas”, anotan.
Y aseguran que más allá de cualquier creencia y pensamiento, la realidad nacional, demanda leyes que reparen la “deuda histórica que el país tiene con las mujeres indígenas”.
Las mujeres exigen al Estado respetar la sabiduría de los pueblos y el conocimiento de la partería ancestral en las comunidades de las distintas nacionalidades.
Se solidarizan con las familias víctimas de femicidios en el territorio amazónico, como Andrea Guatatuca nacionalidad kichwa de Pastaza, Irene Huatatoca kichwa de Napo, Genoveva Marcelina Tanguila Grefa nacionalidad Quijos y May Mayancha kichwa Pastaza “y las que no son visibilizadas e inclusive las del país”.
Asimismo, exigen reparación y justicia justa para sus familias e hijos como justo derecho, así mismo, piden un verdadero seguimiento de los casos de violencias en el territorio y que la información tenga pertinencia cultural para las nacionalidades.
Las mujeres piden también que el Gobierno destine recursos de financiación para la construcción de espacios a fin de acoger a las mujeres víctimas de violencias para su respectivo prevención, atención y protección.
Asimismo, hacer respetar las leyes en la participación del 50/50 en espacios políticos electorales, instituciones y organizaciones, y que se destinen fondos para las asociaciones, organizaciones y comunidades directamente para generar las iniciativas económicas a las emprendedoras y emprendedores.
A los representantes de la Asamblea Nacional les piden socializar, y hacer cumplir la Ley Orgánica para la Prevención y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres sobre y que pueda ser socializada con pertinencia cultural.
272 FEMICIDIOS
Según la Asociación Latinoamericana para el Desarrollo Alternativo (ALDEA), un total de 272 femicidios se registraron entre el 1 de enero y el 15 de noviembre de 2022 en Ecuador.
De las 272 muertes violentas por razones de género, un total de 107 corresponden a femicidios/feminicidios íntimo, familiar, sexual o de otra índole, 8 transfeminicidios y 157 feminicidios por delincuencia organizada.
“Cada 28h04 ocurre un feminicidio en el país. Las cifras siguen aumentando: si el 2021 se declaró como el año más violento contra las mujeres en Ecuador, con 197 casos, el 2022 superó esta cifra y el año todavía no termina”, indicó ALDEA en un comunicado.
Desde el 1 de enero del 2014 hasta el pasado 15 de noviembre, “un total de 1.317 vidas de mujeres y niñas han sido arrebatadas por la violencia machista”, anotó.
De los 272 feminicidios, se conoce la identidad étnica cultural de 259 mujeres: 228 se identificaron como mestiza, 21 como afrodescendiente y 10 como indígena.