Activistas por los derechos de la mujer en Afganistán insistieron el domingo que continuarán defendiendo el derecho a la educación, el empleo y a la participación política pese a recientes medidas del Talibán.

Añadieron que el reciente decreto del Talibán prohibiendo los matrimonios forzados no es suficiente.

El decreto emitido el viernes, surge en momentos en que empeora la pobreza en Afganistán tras el ascenso al poder del Talibán y la retirada de las fuerzas internacionales a mediados de agosto. Los gobiernos internacionales han suspendido su ayuda a Afganistán desde entonces.

Farida Akbari, una activista afgana, aseveró que el Talibán debe permitirle a las mujeres acceso a la educación y al empleo. Actualmente las mujeres tienen prohibido tener un nivel educativo de secundaria o más, y en la mayoría de los casos tienen prohibido trabajar.

El decreto del viernes, añadió Akbari, no afecta a las mujeres que viven en ciudades donde esa práctica es poco común.

“No es aceptable que se nos limite a quedarnos en casa, comer y casarnos”, expresó la activista a reporteros.

“Queremos nuestro lugar en la política, en la economía, en los empleos, en la educación y en las actividades sociales sin que se nos limite”, agregó.

Huda Khamosh, una escritora y activista por los derechos de la mujer, señaló que las mujeres “son una parte intrínseca de la sociedad” y negarles a participar en la vida pública “equivale a negar el rol de la mujer en la sociedad”.