Ellis Matthews, una mujer británica, de 32 años, se encuentra detenida junto a su hijo de cuatro años en el centro de detención de inmigrantes para madres y niños en Bangkok, Tailandia,

La mujer fue arrestada el pasado 3 de marzo en su domicilio ubicado en una zona costera del país asiático, luego de que las autoridades detectaran el vencimiento de su visa y una serie de declaraciones en redes sociales sobre los subsidios que recibía del gobierno británico.

Condiciones inhumanas en la prisión

Desde su encierro, Matthews denunció las precarias condiciones en las que vive junto a su hijo, Cairo. En declaraciones al Daily Mail, aseguró: “Tengo la piel llena de erupciones, tanto mi hijo como yo tenemos piojos, picaduras de insectos terribles y hay ratas corriendo por todos lados”.

Relacionadas

Comparte su celda con otras 16 reclusas en un espacio reducido que apenas cuenta con dos baños y un ventilador que funciona de manera intermitente. Además, las regulaciones tailandesas establecen que los hijos de madres privadas de la libertad deben permanecer con ellas, lo que ha significado que su hijo enfrente la misma situación de hacinamiento.

A través de sus redes sociales, la mujer compartió una imagen del lugar donde permanece encerrada. La fotografía muestra un pasillo en mal estado, con paredes despintadas y una mesa con dos sillas.

¿Cómo es la alimentación?

La alimentación dentro del centro de detención es otro aspecto que denunció Matthews. “La comida es asquerosa: nos dan carne de rata con arroz mal cocido. No hay instalaciones sanitarias ni de aseo adecuadas, y tanto Cairo como yo estamos cubiertos de picaduras de insectos y erupciones cutáneas”, afirmó la mujer, quien espera una decisión judicial que determine su futuro.

Pese a la difícil situación, se ha mostrado firme en su negativa de regresar al Reino Unido, donde teme perder la custodia de su hijo. “Esto es el infierno en la Tierra, es la peor prisión que puedas imaginar”, enfatizó Matthews, al relatar la pesadilla que atraviesa.

Pide ayuda

La británica solicitó que le permitan viajar a otro país en lugar de ser deportada a su nación de origen. “Pregunté a las autoridades tailandesas si puedo ir a China, Camboya, Turquía o cualquier otro país, pero me insisten en que tengo que regresar a mi país de origen. No lo haré y seguiré en huelga de hambre hasta que cambien de opinión”, declaró.

Desde su detención, Matthews se ha visto completamente aislada. Sin acceso a su residencia en Pattaya, donde alquilaba una habitación, ni posibilidad de utilizar su cuenta bancaria por orden de las autoridades, ha hecho un llamado desesperado: “No tengo celular y estoy encerrada, ¿cómo puedo acceder a mi dinero? Les ruego que me dejen ir a cualquier lugar que no sea el Reino Unido y, si es necesario, renunciaré a mi ciudadanía británica".