El gobierno de Perú informó el lunes que cuatro turistas -dos de nacionalidad colombiana y otros dos cuyo origen se desconoce- murieron cuando un minibús cayó a un abismo en una carretera a 26 kilómetros de la ciudadela de Machu Picchu.

El ministro de Comercio Exterior y Turismo, Roberto Sánchez, confirmó que otros 13 turistas de Francia, Israel, Argentina, Holanda, Canadá y Grecia sufrieron lesiones. En el minibús también había un conductor, un guía y un turista de nacionalidad peruana.

El turista francés Timothée Malexieux dijo a periodistas de la ciudad de Cusco que todos retornaban de visitar la ciudadela inca de Machu Picchu y que él estaba durmiendo cuando se produjo el vuelco. “Estoy físicamente bien”, agregó brevemente en español.

Sánchez indicó que los cuatro fallecidos están en una morgue de Cusco.

El minibús cayó la víspera a un abismo de más de 100 metros de profundidad en una zona conocida como Abra Málaga, complicada por la neblina y a unos 4,330 metros de altitud.

Machu Picchu es la joya turística peruana, fue construida en el siglo XV como santuario religioso de los Incas y se ubica en la Amazonía del sureste peruano a 2,490 metros de altitud.

La imprudencia de los choferes y el exceso de velocidad son las principales causas de los siniestros viales en Perú, según la fiscalía. La vigilancia del transporte por carretera es débil y el auxilio es tan lento y desorganizado que varios heridos mueren cerca de las vías, según expertos.

En los accidentes carreteros fallece usualmente gente pobre. Los expertos han indicado por casi dos décadas que la solución es una reforma integral del transporte, pero ningún gobierno la ha iniciado.

Entre enero y octubre de 2021 unas 2,053 personas murieron en accidentes de tránsito en Perú, según las últimas cifras disponibles.