En un ataque contra una iglesia católica en Nigeria, los atacantes abrieron fuego la víspera contra los fieles en el interior y desde fuera, revelaron el lunes testigos y funcionarios religiosos. Al menos 50 personas, incluidos niños, murieron en el ataque el suroeste del país, según un legislador estatal de la zona. Nadie ha reivindicado la masacre y las autoridades locales dijeron que los pistoleros huyeron.

Los fieles asistían a la misa del domingo de Pentecostés cuando se produjo un tiroteo en la iglesia católica de San Francisco, en el estado de Ondo, que era considerado desde hace tiempo como uno de los más pacíficos del país. El norte de Nigeria lleva más de 13 años luchando contra la insurgencia islámica.

El obispo Jude Arogundade, de la diócesis de Ondo, dijo que había hombres armados dentro de la iglesia, pero también otros hombres armados fuera, que luego mataron a los feligreses que huían aterrorizados.

Steven Omotayo, que vive cerca de la iglesia, acudió al lugar de los hechos al oír los disparos. “Vi muchos cadáveres, tanto de jóvenes como de ancianos, incluso de niños”, dijo. Un grupo armado “entró y empezó a disparar desde la puerta”.

Dijo que la iglesia tiene tres entradas y que la principal estaba cerrada con llave, lo que dificultó la huida de muchos.

“Solamente estaban disparando. Si veían a alguien intentando escapar o levantarse, simplemente le disparaban a la persona”, comentó. “Todos los que estaban de pie fueron rociados de balas”.

Los trabajadores del hospital atendieron a decenas de heridos tras el ataque. La Asociación Médica de Nigeria en el estado de Ondo ordenó a todos los médicos disponibles que se dirigieran a los hospitales para ofrecer cualquier tipo de ayuda a las decenas de heridos, especialmente los que estaban en estado crítico.

“En un momento dado, incluso la sangre se agotó en nuestro banco de sangre y tuvimos que estar pidiendo” más, dijo un médico del Centro Médico Federal de Owo, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar con los periodistas.

“Como médico, he atendido a muchas víctimas, pero lo que vi ayer fue mucho más allá de lo que he visto antes en mi vida y en la práctica”, afirmó.