PUERTO PRÍNCIPE, Haití. Un grupo de confinados se fugaron el viernes de una prisión en la ciudad costera de Saint-Marc, en el centro de Haití, informó la policía, mientras las autoridades del país luchan por sofocar la violencia generalizada de las bandas.

Once de los presuntos reclusos evadidos murieron en tiroteos con la policía y uno fue arrestado, dijo Michel Ange Louis Jeune, portavoz de la Policía Nacional de Haití.

No proporcionó más detalles, incluido el número de reclusos fugados.

El periódico Le Nouvelliste dijo que los funcionarios de la prisión se declararon en huelga para exigir un mejor trato, y citó al comisario del gobierno Vension François diciendo que temía un “motín”, sugiriendo que los guardias podrían haber sido cómplices en la fuga de la prisión. Pero el informe no daba más detalles.

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No fue posible contactar de inmediato con las autoridades locales. En un breve comunicado, la policía pidió ayuda a la población para identificar a los presos fugados.

Se oyeron disparos cerca de la prisión, y vídeos publicados en las redes sociales mostraban humo y fuego saliendo de ella. No estaba claro cuántos reclusos había en la prisión.

Es la tercera fuga de presos que se produce este año en Haití. En marzo, unas bandas liberaron a miles de reclusos tras asaltar las dos mayores prisiones del país en Puerto Príncipe, la capital, en el marco de unos ataques coordinados que desembocaron en la dimisión del Primer Ministro Ariel Henry.

Un recluso acusado de haberse fugado a principios de año fue detenido junto con otras 14 personas, entre ellas tres policías, en otra operación contra la delincuencia llevada a cabo el jueves, según Jeune.

Saint-Marc, situada al norte de la capital, ha tenido problemas con reclusos fugados en el pasado. En diciembre de 2014, casi tres docenas de reclusos escaparon tras cortar las barras de acero, según las autoridades. En aquel momento, la prisión albergaba a casi 500 reclusos.

Las cárceles haitianas están gravemente superpobladas, y las detenciones preventivas pueden prolongarse durante años, dado el deficiente sistema judicial del país. El año pasado, sólo 1,892 de un total de 11,816 reclusos en el país habían sido condenados por un delito, según Naciones Unidas.

También hay una falta crónica de agua y alimentos en las cárceles de Haití, y el año pasado murieron 185 reclusos, muchos de ellos por enfermedades relacionadas con la desnutrición.