La monja más vieja del mundo, la francesa sor André, cumplió hoy 118 años, según informó la publicación Catholic News World.

Sor André nació en 1904 y su nombre verdadero es Lucile Randon.

El año pasado, los medios franceses informaron que la monja dio positivo en la prueba del virus a mediados de enero en la ciudad de Tolón, en el sur de Francia, y que apenas tres semanas después estaba en forma de nuevo, aunque en su habitual silla de ruedas.

La hermana André, que es ciega, ni siquiera se preocupó cuando se enteró del diagnóstico.

“Ella no me preguntó sobre su salud, sino sobre lo que pasaría con sus hábitos”, dijo al periódico David Tavella, el gerente de comunicaciones del hogar de ancianos donde vive. “Por ejemplo, quería saber si cambiarían los horarios de las comidas o de irse a dormir. No mostró miedo a la enfermedad. Por otro lado, estaba muy preocupada por los demás residentes”.

Catholic News World resenó que en 1923 recibió el bautismo y la primera comunión a petición propia.

Fue bautizada a los 26 años y se hizo monja a los 41 años con las Hijas de la Caridad.

Fue asignada a un hospital en Vichy durante 31 años y trabajó como institutriz antes de ingresar al convento.

Uno de sus sobrinos tiene más de 90 años y la visita con frecuencia. Cuando cumplió 115 años, el Papa Francisco le envió un rosario.

Ahora mismo es la segunda persona más vieja viva, superada por la japonesa Tane Kana, quien tiene 119 años.