Cristóbal Colón será expulsado de la avenida más emblemática de la capital de México.

La jefa de gobierno Claudia Sheinbaum anunció que la estatua de Colón en el Paseo de la Reforma, a menudo un punto focal para las protestas por los derechos indígenas, será reemplazada por una estatua en honor a las mujeres indígenas.

Sheinbaum hizo el anuncio el domingo, en el Día Internacional de la Mujer Indígena.

La estatua de Colón, donada a la ciudad hace muchos años, ha sido un importante punto de referencia en el bulevar de 10 carriles y la rotonda que —hasta hoy— lleva su nombre.

Eso la convirtió en el objetivo favorito de los manifestantes con pintura en aerosol que denuncian la represión europea de las civilizaciones indígenas de México.

Fue retirada el año pasado supuestamente para su restauración, poco antes del 12 de octubre, cuando en México se conmemora el Día de la Raza, cuando se recuerda la llegada de Colón al Continente Americano en 1492. En Estados Unidos, a este día le llaman Columbus Day (“Día de Colón”).

Cuando se retiró la estatua el año pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo: “Pues yo tengo esa información, de que bajaron la estatua para restaurarla; y si coincidió con esta fecha, con el día de hoy, pues no debe prestarse a malos entendidos”.

Este año es el 700 aniversario de la fundación de Tenochtitlán, lo que ahora es Ciudad de México, así como los 500 años de su caída ante los conquistadores españoles y el 200 aniversario de la independencia de México de España.

La mayoría de los mexicanos tienen alguna ascendencia indígena y saben muy bien que millones de indígenas murieron a causa de la violencia y las enfermedades durante y después de la conquista.

Sheinbaum dijo que se espera que nueva estatua, “Tlali”, sea colocada este año.

La estatua de Colón no se desechará, sino que se trasladará a un lugar menos prominente en un pequeño parque en el vecindario de Polanco. Sheinbaum se refirió al descubridor de América como “un gran personaje internacional”.