Más protestas tras tiroteos mortales en Myanmar
También se celebró el funeral de una joven muerta a manos de la policía unos días antes.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Yangón, Myanmar. Los manifestantes volvieron a reunirse el domingo en toda Myanmar, al día siguiente de que las fuerzas de seguridad mataran a tiros a dos personas en una protesta en la ciudad más grande del país. También se celebró el funeral de una joven muerta a manos de la policía unos días antes.
Mya Thwet Thwet Khine fue la primera muerte confirmada entre los miles de personas que han tomado las calles para protestar el golpe del 1 de febrero que derrocó al gobierno electo de Aung San Suu Kyi. La mujer fue baleada el 9 de febrero, dos días antes de cumplir 20 años, en una protesta en la capital de Naipyidó, y murió el viernes.
Unas 1,000 personas en autos y bicicletas se reunieron el domingo por la mañana ante el hospital donde estaba su cuerpo en medio de fuertes medidas de seguridad. Se negó la entrada incluso a los abuelos de la víctima, que habían viajado desde Yangón, a cinco horas de distancia. Cuando se entregó su cuerpo a la familia comenzó una larga procesión de vehículos hacia el cementerio.
En Yangón, la ciudad más grande del país, un millar de personas rindió homenaje a la mujer bajo una autopista elevada.
“Quiero decir a través de los medios al dictador y sus colaboradores que somos manifestantes pacíficos”, dijo el manifestante Min Htet Naing. “¡Detengan el genocidio! ¡Dejen de utilizar armas letales!”.
Había otra marcha en Mandalay, donde la policía mató a tiros a dos personas el sábado cerca de un muelle cuando las fuerzas de seguridad intentaban obligar a trabajadores a que cargaran un barco. Los estibadores, al igual que trabajadores ferroviarios, camioneros y muchos empleados públicos, han participado en una campaña de desobediencia civil contra la junta militar.
Se produjeron disparos después de que vecinos del barrio acudieran al muelle de Yadanabon para intentar apoyar a los estibadores en su resistencia. Una de las víctimas, descrito como un adolescente, murió en el acto por un disparo en la cabeza, mientras que otra persona murió camino al hospital por un disparo en el pecho.
También se reportaron otros heridos. Las declaraciones de testigos y fotos de casquillos indicaban que los agentes utilizaron munición real además de balas de goma, cañones de agua y tirachinas.
Las muertes provocaron una dura y rápida condena de la condena internacional.