Estambul. Más de 40 personas seguían atrapadas el sábado en cabinas de un teleférico en lo alto de una montaña en el sur de Turquía, 19 horas después de que uno de los compartimentos chocó contra un poste y se abrió, provocando la muerte de una persona y heridas a otras siete.

El accidente se produjo alrededor de las 17:30 horas en el teleférico de Tunektepe, a las afueras de la ciudad mediterránea de Antalya, durante el feriado musulmán del Eid al-Fitr, que conmemora el final del Ramadán. La operación para rescatar a los atrapados continuó durante la noche.

En total, “128 ciudadanos en 16 cabinas han sido rescatados en condiciones difíciles”, dijo Okay Memis, director de la agencia de búsqueda y rescate del país, AFAD, a reporteros el sábado en la mañana. “El rescate de otros 43 en las ocho cabinas restantes está en curso”.

Según el funcionario, los rescatistas esperan completar la operación antes del anochecer.

Las víctimas se registraron cuando una de las cabinas golpeó un poste y se abrió, lanzando a los pasajeros a la ladera de la montaña, explicaron las autoridades.

La agencia noticiosa estatal Anadolu identificó al fallecido como un hombre turco de 54 años. Los heridos, entre los que había dos menores, eran seis ciudadanos turcos y uno kirguís. Todos fueron rescatados por helicópteros de la Guardia Costera.

Las imágenes en los medios de comunicación turcos mostraron la cabina dañada oscilando de los cables desprendidos a un costado de la montaña mientras los médicos atendían a los heridos.

En el operativo de rescate participaban 543 efectivos y siete helicópteros, incluyendo equipos de la AFAD, la Guardia Costera, los bomberos y montañeros de distintas partes del país, apuntaron las autoridades.

El viernes fue el último día de un feriado de tres días en Turquía que marca el fin del mes sagrado musulmán del Ramadán y en el que las familias suelen acudir a sitios turísticos costeros.

El teleférico lleva a los turistas desde la playa de Konyaalti a un restaurante y mirador en la cumbre del pico Tunektepe, de 618 metros (2,010 pies) de altitud. Está operado por el Ayuntamiento Metropolitano de Antalya. La línea se completó en 2017 y pasa una inspección a fondo a principios de año, además de varias rutinarias a lo largo del año.

La fiscalía de Antalya abrió una investigación y se formó una comisión de expertos que incluye a ingenieros mecánicos y eléctricos, además de expertos de salud y seguridad, para determinar la causa del incidente.