Más ciudades de Francia elevan nivel de alerta por COVID-19
Han impuesto medidas más restrictivas que han llevado a cierre de bares y cafés.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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París. Dos ciudades francesas se han unido a París y Marsella y a otras cuatro en el estado de máxima alerta por la pandemia de coronavirus, con medidas estrictas para impedir que los contagios se sigan extendiendo.
La prefectura de Montpellier, en el sur, anunció un estatus de máxima alerta para la ciudad y los poblados circundantes a partir del martes.
Bajo ese nivel de alerta, los bares y cafés cierran y se ordenan otras medidas severas.
La ciudad suroccidental de Tolosa estaba haciendo lo mismo tras un día de reuniones entre alcaldes de las localidades de los alrededores y el prefecto, la autoridad estatal local, reportó el periódico La Depeche.
El incremento en las infecciones y las hospitalizaciones puso a otras cuatro ciudades en la lista de máxima alerta el sábado: Lyon, Grenoble y Saint-Etienne en el sureste, y Lille en el norte.
Las autoridades nacionales de sanidad informaron de casi 26,900 nuevas infecciones en las últimas 24 horas. La cifra disminuyó a 16,100 el domingo, pero la tasa de pruebas positivas se elevó a 11.5%. Hubo casi 5,100 nuevas hospitalizaciones durante la semana pasada, con 910 personas en unidades de terapia intensiva. Hasta el domingo había 32,730 fallecimientos por COVID-19, pero la cifra real probablemente es mayor debido a las muertes en casa y a los reportes incompletos de hospitales y de asilos de ancianos.
Mientras Francia se preparaba para un aumento en las estadísticas, una consulta de la Orden Nacional de Enfermeros publicada el domingo indicaba que un número significativo se siente cansado y harto por la pandemia, y 37% de los participantes dijeron que pensaban en cambiar de trabajo.
Cerca de 59,400 enfermeros respondieron al sondeo interno realizado del 2 al 7 de octubre sobre el impacto de la crisis sanitaria en sus condiciones de trabajo, de los 350,000 que están afiliados a la Orden de Enfermeros. Un portavoz de la orden, Adrien de Casabianca, describió el sondeo como una “consulta”, sin la metodología típica de una encuesta.
Las cifras indican que las instalaciones médicas francesas tal vez no están a la altura de las necesidades actuales, a pesar de las lecciones que deberían haberse aprendido de la crisis causada por el virus a principios de año.
La Orden Nacional de Enfermeros señaló también que 34,000 puestos de enfermería en Francia están vacantes actualmente.
Los enfermeros y otros profesionales de salud en Francia y en otras partes se han manifestado esporádicamente para exigir mayores salarios, mejores condiciones de trabajo y más personal. Al comenzar el otoño se les otorgaron pequeños incrementos de sueldo.
“Hoy día, los enfermeros deben hacer frente a un aumento de los casos de COVID-19 y se sienten desarmados para hacerlo”, señalo el presidente de la Orden Nacional de Enfermeros, Patrick Chamboredon, en un comunicado que acompañaba la consulta.
Dado que los enfermeros son “indispensables” para el funcionamiento del sistema de salud, “no podemos aceptar eso”, agregó.
El director de la unidad de enfermedades infecciosas en el Hospital Bichat de París, un importante centro de tratamiento de COVID-19, Yazdan Yazdanpaneh, puso en duda que tantos enfermeros realmente deseen cambiar de empleo porque “a pesar de todo, estas son personas que adoran su trabajo”.
“Están cansados... es estrés, es tensión, es mucho trabajo”, dijo en el canal BFMTV. “Verdaderamente debemos cuidarlos”.