Manuel Marrero es el primer ministro en Cuba desde Fidel Castro
Según la Carta Magna cubana, se convertirá en la mano derecha ejecutiva del presidente Miguel Díaz-Canel.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
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LA HABANA. Manuel Marrero Cruz, quien hasta la fecha se desempeñaba al frente del estratégico sector del turismo de Cuba, fue designado el sábado como primer ministro de Cuba. La figura de premier reapareció en la nueva Constitución cubana, vigente desde abril, y forma parte de un rediseño del gobierno en la isla que no implica cambios en su modelo político.
“A lo largo de su trayectoria laboral se ha caracterizado por su modestia, honestidad, capacidad de trabajo, sensibilidad política, fidelidad al Partido (Comunista de Cuba) y a la revolución”, dijo el presidente Miguel Díaz-Canel ante el pleno de diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), el Parlamente unicameral al nominar a Marrero Cruz.
El último funcionario con rango de primer ministro fue el fallecido líder Fidel Castro hasta que la Carta Magna de 1976 la eliminó.
Los parlamentarios aprobaron la designación de Marrero Cruz, así como la de varios viceprimeros ministros y el Consejo de Ministros que los acompañará. La sesión fue transmitida por la televisión local.
Según la Carta Magna, Marrero Cruz se convertirá en la mano derecha ejecutiva de Díaz-Canel. Será responsable de coordinar el gabinete, el Consejo de Ministros.
De 56 años de edad, formado como ingeniero arquitecto, Marrero Cruz fue durante los últimos 16 el titular del Ministerio de Turismo, el sector vital de Cuba con ingresos sobre los $3,000 millones y que le permitió a la isla _junto con la venta de servicios al extranjero y el níquel_ sobrellevar una economía duramente golpeada por las sanciones de Estados Unidos.
Este año llegaron al país 4.3 millones de visitantes, menos de lo esperado debido a las restricciones de viajes impuestas por Washington, pero superior a los 2 millones que Cuba recibía en 2004 cuando Marrero Cruz tomó el ministerio. Bajo su gestión se desarrolló la construcción de importantes hoteles e infraestructura.
Antes, Marrero Cruz hizo gran parte de su carrera vinculado al grupo turístico Gaviota, perteneciente a una corporación empresarial de las Fuerzas Armadas.
“Su función más importante no es diseñar proyectos estratégicos, sino ejecutar lo que ya está acordado... Viene del área de negocios con vínculos cercanos a las Fuerzas Armadas”, expresó a The Associated Press el economista cubano Arturo López-Levy, profesor de Holy Names University en California.
“Su labor hasta ahora fue gestar coaliciones, poner de acuerdo al Partido (Comunista de Cuba), las Fuerzas Armadas y el gobierno en la implementación de proyectos”, agregó López-Levy al caracterizar el perfil político de Marrero Cruz, de quien no se esperan iniciativas políticas transformadoras.
Por su labor, Marrero Cruz también tuvo un importante papel en las negociaciones de Cuba con empresarios de multinacionales extranjeras asentadas en la isla, como las cadenas hoteleras Meliá, Iberostar o NH.
Díaz-Canel indicó ante los diputados que la elección de Marrero contó con la aprobación del Buró Político del poderoso Partido Comunista de Cuba (PCC) que dirige el expresidente Raúl Castro.
También fueron elegidos seis viceprimeros ministros, entre ellos el histórico comandante revolucionario Ramiro Valdés y algunos políticos más jóvenes que fueron tomando relevancia en estos años, como el exministro de Salud Roberto Morales Ojeda, la exdirectora del Instituto de Recursos Hidráulicos Inés María Chapman o el exsecretario del PCC en Camagüey Jorge Luis Tapia.
Alejandro Miguel Gil Fernández también recibió un cargo de viceprimer ministro, pero continuará al frente de la cartera de economía.
Gran parte de los ministros del gabinete con el cual ha trabajado Díaz-Canel hasta ahora retuvieron sus puestos, como el canciller Bruno Rodríguez, el titular del Interior Julio César Gandarilla o el de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, Leopoldo Cintra Frías.
Las propias autoridades de la isla insistieron en que el rediseño del ejecutivo buscará darle una forma más colectiva al gobierno, luego de los mandatos personalistas de la “generación histórica” encabezada por Fidel Castro.
Según las nuevas disposiciones, tanto el presidente como su primer ministro salen de entre las filas de ANPP, o sea que deben ser diputados.
Durante las discusiones populares para sancionar la Carta Magna, muchas personas pidieron que se instaurara el voto directo para los cargos más altos, como el de presidente, pero la propuesta no fue aceptada. La decisión de designar al premier de entre los parlamentarios le dará continuidad a la línea ideológica del modelo actual.
El mandato del premier será de cinco años y tendrá a su cargo también controlar el trabajo de los nuevos gobernadores de provincia, otro cargo de nueva creación.
La sesión parlamentaria concluyó con un discurso de Díaz-Canel, en el cual denunció el recrudecimiento de las sanciones de la administración del presidente Donald Trump para presionar por un cambio de modelo en la isla, algo que tuvo un fuerte impacto en la población este año, con la reducción de turistas que dejan ingresos a muchos empresarios privados en la isla o el desabasto de alimentos o de combustible.
“El bloqueo está dirigido al gobierno y eso es mentira, porque afecta a todos los actores de la economía”, dijo Díaz-Canel. “Todo el país se apretó el cinturón, pero no se tomaron medidas de ajustes que afectaran al pueblo”, agregó el mandatario al explicar que no hubo un ajuste neoliberal en la isla.