El presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció el martes cambios en su gabinete un mes después de la polémica elección presidencial, cuestionada por la oposición y la comunidad internacional, que hacen temer más mano dura contra las protestas al designar en el ministerio de Interior al número dos del partido oficialista Diosdado Cabello.

Cabello, primer vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), es considerado el hombre más poderoso en el país después del mandatario y aboga por perseguir de forma más contundente a los opositores que han puesto en duda y se han manifestado contra los resultados anunciados por la autoridad electoral que le dieron la victoria a Maduro como presidente.

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El mandatario afirma que ganó la reelección por más de un millón de votos y su gobierno desafió los pedidos de Estados Unidos, de la Unión Europea y de incluso aliados de izquierda como Brasil, Colombia y México para que publique las actas de votación que respalden esa afirmación.

La oposición, en tanto, publicó en una página de internet el recuento del 80% de las máquinas electorales que muestran que su candidato, Edmundo González, ganó por un margen de más de 2 a 1.

A sus 61 años, su influencia en el gobierno y en las fuerzas de seguridad en los últimos años ha aumentado a medida que han aumentado los cuestionamientos a la gestión del mandatario venezolano por las dificultades económicas y sociales en el país, pero hasta ahora no había ocupado ningún cargo en el gabinete. Ese aspecto alimentó comentarios sobre su distanciamiento con Maduro.

Grupos de derechos humanos, que han denunciado represión en las protestas que sucedieron a las elecciones del pasado 28 de julio con 2,000 detenidos —incluidos periodistas o políticos opositores—, temen que la designación de Cabello como ministro de Interior, a cargo de la fuerza pública, suponga un refuerzo en la línea de mano dura contra la oposición.

“Si el nuevo gabinete es un indicador de lo que Maduro pretende hacer, la designación de Cabello es indicativo de que se viene más represión”, apuntó a The Associated Press Juanita Goebertus, directora para las Américas de la organización Human Rights Watch.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos tiene previsto difundir el miércoles un informe desde Washington sobre el deterioro de la situación en Venezuela en una reunión de la Organización de Estados Americanos.

Además de las detenciones a manifestantes, la justicia venezolana ha llamado al excandidato presidencial opositor a a declarar en una investigación penal por el presunto intento de sembrar pánico en este país sudamericano impugnando los resultados.

La semana pasada el Tribunal Supremo de Justicia certificó los resultados del organismo electoral —afín al oficialismo—, desestimando como falsos los recuentos de votos publicados por la oposición.

El cambio de gabinete anunciado por Maduro busca “acoplar un equipo nuevo” de ministros con miras a “acelerar y profundizar los cambios que el pueblo necesita”, dijo el mandatario reunido con representantes de instancias vecinales conocidas como comunas y consejos comunales, que en su mayoría forman parte de las bases del PSUV.

Entre los nuevos nombramientos destaca la designación de la vicepresidenta Delcy Rodríguez, cercana colaboradora de Maduro y que mantiene ese cargo, como nueva ministra de Petróleo.

Rodríguez sustituye a Pedro Tellechea, quien en enero de 2023 fue nombrado presidente de la corporación estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) y apenas dos meses después también asumió el cargo de ministro de Petróleo luego de la renuncia de Tareck El Aissami, en medio de una amplia investigación anticorrupción que desembocó en su detención.

El gobernante, por su parte, nombró como nuevo jefe de PDVSA a Héctor Obregón, quien venía ejerciendo la vicepresidencia de la petrolera.

A pesar de tener las mayores reservas de petróleo del mundo, Venezuela experimenta desde hace más de un lustro una drástica caída de su producción que se ha traducido en la escasez de combustibles y gas doméstico.

Los críticos del gobierno atribuyen el colapso de la industria petrolera a una mala gestión y a la corrupción en PDVSA bajo la administración de Maduro y de su antecesor y mentor, el ahora fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013).

Por otra parte, Maduro ratificó en sus cargos a 12 ministros. Entre ellos, al canciller Yvan Gil y al ministro de Defensa, el general en jefe Vladimir Padrino López, quien ostenta el cargo desde 2014 y que es considerado una pieza clave en el respaldo de la fuerza armada al mandatario socialista.

Padrino López, de 61 años, es uno de los ministros que más años ha sido parte del gabinete de Maduro, quien asumió la presidencia en 2013. Es además uno de los de mayor permanencia en el despacho de la Defensa en la historia del país. El cargo lo asumió el 24 de octubre de 2014.

Los militares son uno de los principales soportes de Maduro. Los adversarios del mandatario repetidamente han fracasado en sus intentos de sumar el apoyo de la fuerza armada para forzar a Maduro a separarse del poder.

En la restructuración del gobierno, también se reemplazó a los titulares de carteras del sector productivo y laboral como los de Agricultura y Tierra, de Finanzas y Comercio Exterior, de Educación o de Trabajo. —— El periodista de AP Joshua Goodman contribuyó a este despacho desde Miami.