La relación amorosa que tienen Kim West, de 51 años, y Ben Ford, de 32 años, no ha llamado la atención precisamente por la diferencia de edad entre ambos. Son 19 años los que separan a esta pareja que, aunque cueste creerlo, son madre e hijo. 

El caso tiene impactados a los británicos y ha traspasado fronteras, ya que sin duda resulta bastante difícil entender que madre e hijo estén enamorados, lleven una vida sexual activa, y hasta planeen casarse y tener hijos. 

A ojos de todos una relación incestuosa, aunque sus protagonistas no lo consideran así. 

La historia comenzó cuando Kim tuvo a Ben cuando tenía sólo 19 años. Sin embargo, una semana después de haber dado a luz, fue forzada a darlo en adopción. Ambos continuaron sus vidas por separado, hasta que en 2013 se pusieron en contacto. 

Ese año, Ben, quien vivía en Estados Unidos y estaba casado desde 2011 con Victoria, le envió una carta a su madre biológica. Luego comenzaron a intercambiar llamadas telefónicas, hasta que finalmente acordaron reencontrarse. 

"Fue como si nos conociéramos desde hace años", explicó Kim "New Day", el medio que reveló el impactante caso. 

La mujer confesó que pronto empezó a sentir atracción sexual por su hijo, por lo que buscó en internet y descubrió la existencia de un fenómeno denominado "Atracción Sexual Genética", por lo que se sintió aliviada. 

La relación siguió adelante. Acordaron encontrarse en un hotel, donde después de tomar alcohol se dieron el primer beso, pero luego fueron más allá y comenzaron a tener relaciones sexuales. 

Ben dejó de tener sentimientos por su esposa, se divorció y se mudó a Michigan junto a su madre, donde esperan iniciar una nueva vida. 

"Esto no es incesto, es Atracción Sexual Genética. Somos como dos gotas de agua y estamos destinados a estar juntos", explicó Kim, quien aseguró que ambos están enamorados y que no echarán a la basura la oportunidad de estar juntos.