Dublín. Después de cuatro meses varados en Belfast, los 125 pasajeros del crucero de lujo Villa Vie Odyssey tienen previsto abandonar este lunes la capital de Irlanda del Norte para iniciar por fin una vuelta al mundo.

El exclusivo navío llegó al puerto de Belfast la pasada primavera para ser equipado con todo lo necesario para afrontar con garantías la primera etapa de una travesía de tres años que debería haber comenzado el 30 de mayo.

El Odyssey no llegó a zarpar el día previsto debido a problemas mecánicos con sus timones y la caja de cambios, lo que obligó a acometer unas reparaciones que se han demorado más de lo deseado por la empresa y los clientes, quienes, no obstante, han dejado, en su mayoría, testimonios positivos sobre esta larga e inesperada estancia en la provincia británica.

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Muchos han aprovechado estos cuatro meses para explorar la región, que ofrece una singular mezcla de bellos parajes con ciudades cargadas de historia, como la propia Belfast -cuna del Titanic- o Derry, donde aún perduran las cicatrices del pasado conflicto.

Otros, además de enamorarse de Irlanda del Norte, se han enamorado entre ellos, dando pie a crónicas rosa que han ido desvelando los medios locales durante los últimos meses.

Ese ha sido, por ejemplo, el caso del canadiense Gian Perroni y la estadounidense Angie Harsanyi, que se conocieron a su llegada a Belfast y que, entre paseos por la capital, han llegado a declararse “almas gemelas”, según contaron a la cadena pública irlandesa RTE.

La pareja ha anunciado su compromiso, después de que Perroni, con raíces irlandesas, le pidiera matrimonio a Harsanyi en el puente Weir, sobre el río Lagan, en una de las noches de ‘superluna’ veraniegas.

Según ambos, el capitán del Odyssey oficiará una “boda gigantesca” a bordo del crucero el próximo mes de abril, en algún lugar entre Costa Rica y Panamá, al más puro estilo de la popular serie de televisión ‘Vacaciones en el mar’.

Respecto a la demora para iniciar su esperada vuelta al mundo, Perroni ha asegurado que el comportamiento de la compañía ‘Villa Vie Residences’ ha sido “excelente y diligente” para asegurar que el barco esté “seguro y listo” para zarpar, así como para cubrir sus gastos durante el periodo en tierra.

“Todos hemos tenido -ha recordado- la oportunidad de viajar y volver a casa cuando lo hemos necesitado. Así que hemos aprendido a tener paciencia y perseverancia, y hemos aprendido lo maravillosa que ha sido la gente de Belfast”.

Aunque muchos de los 125 pasajeros han efectuado excursiones o breves viajes, la empresa les permitía hacer uso de las instalaciones del crucero durante el día, si bien debían desembarcar por la noche para facilitar los trabajos de reparación.

La página web de la compañía indica que los viajeros pueden optar por segmentos de alojamiento de alquiler a bordo del Odyssey de entre 35 a 125 días, aunque también pueden comprar ‘villas’ cuyos precios oscilan desde las 90,000 libras (100,000 euros) hasta las 260,000 (311,000 euros).

La adquisición de estos apartamentos flotantes les garantiza un uso un mínimo de 15 años, si bien la propiedad sigue siendo válida durante toda la vida útil del barco.