Kabul. Los talibanes afirmaron este martes que esperan complacer a la comunidad internacional y lograr reconocimiento para su nuevo régimen, en el poder desde agosto, durante una reunión con enviados de diez países en la capital de Rusia, Moscú.

El diálogo cubrirá varias temáticas, y el Emirato Islámico (como se autodenomina el gobierno talibán) expresará su punto de vista para alentar y satisfacer a la comunidad internacional en cuestiones de interés mutuo”, dijo a Efe un miembro de la comisión cultural de los fundamentalistas, Jawad Sargar.

La reunión, que tendrá lugar este miércoles, es la tercera del llamado “formato de Moscú” de consultas sobre Afganistán y la primera desde que los talibanes se hicieron con el poder en el país asiático el pasado 15 de agosto.

Representantes de China, Pakistán, Irán y la India, entre otros, han sido invitados, mientras que la delegación fundamentalista estará encabezada por el viceprimer ministro, Abdul Salam Hanafi.

Esperamos que el resultado de la reunión sea positivo, ya que los problemas solo pueden resolverse a través del diálogo”, dijo Sargar.

Los talibanes esperan lograr que la comunidad internacional reconozca oficialmente su gobierno interino, que por el momento ha despertado suspicacias por no incluir a mujeres y estar compuesto fundamentalmente por religiosos de etnia pastún, la mayoritaria entre los talibanes.

El portavoz fundamentalista señaló que “además de la reunión principal, la delegación también mantendrá encuentros individuales con representantes de los países, donde se tratará el reconocimiento del Emirato Islámico”.

Un representante talibán, que pidió el anonimato, explicó a Efe que su intención es “comenzar un nuevo capítulo” en las relaciones internacionales.

Es una buena oportunidad para interactuar y relacionarse con la comunidad internacional, queremos relaciones diplomáticas y económicas con otros países del mundo”, dijo.

En la reunión, según adelantó el Ministerio de Exteriores ruso, se abordarán asuntos relativos a la “consolidación de los esfuerzos de la comunidad internacional para evitar una crisis humanitaria” en Afganistán.

El encuentro no contará sin embargo con la participación de Estados Unidos, cuyo representante especial para el país centroasiático, Zalmay Khalilzad, dimitió la víspera tras la criticada evacuación militar estadounidense de la capital afgana.

La semana pasada los países del G-20 celebraron una reunión telemática extraordinaria sobre Afganistán en la que acordaron una serie de ayudas para paliar la catástrofe humanitaria en ese país.

La crisis afecta ya a al menos 18 millones de personas, la mitad de la población afgana, según datos de Naciones Unidas, y un millón de niños padecen malnutrición aguda y corren el riesgo de morir, según el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF).