Los desastres naturales dejaron más de 53,600 muertos en África entre 2000 y 2022
Un total de 407.5 millones de personas se han visto afectadas por este tipo de desastre.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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La Comisión Económica para África de las Naciones Unidas (Uneca) advirtió hoy de un aumento de los desastres naturales en África por la crisis climática, que han dejado más de 53.600 muertos entre 2000 y 2022 y han lastrado el crecimiento económico del continente.
“Los acontecimientos catastróficos inducidos por el clima han desencadenado crisis humanitarias graves en África. Entre 2000 y 2022, un total de 407.5 millones de personas se han visto afectadas por los desastres naturales”, señaló la Uneca desde Abuya, la capital nigeriana, donde el próximo lunes presentará su informe “Construyendo la resiliencia de África ante los golpes económicos globales”.
“Durante este período, 4.2 millones de personas se quedaron sin hogar, 53,610 murieron, y 52,205 resultaron heridas”, añadió esta institución de la ONU en un comunicado.
Así, la Uneca advirtió que “una parte de la volatilidad observada en el crecimiento” del producto interior bruto (PIB) del continente se debe a “las pertubaciones inducidas por el clima”.
“Con un cambio de temperatura de 1.8 grados centígrados, como se espera que ocurra en 2030 si las tendencias actuales persisten, podríamos esperar una disminución de dos puntos porcentuales en el crecimiento del PIB real”, indicó la Uneca.
“Más importante aún, la crisis climática en África tiende a descarrilar la reducción de la pobreza y, en algunos casos, destruir los medios de vida de millones de personas que dependen de la agricultura y las pequeñas empresas”, destacó.
Su informe recomendó a los países de África “aprovechar sus recursos naturales de manera que estimulen el crecimiento económico” y “al mismo tiempo reduzcan gradualmente” las emisiones de gases contaminantes “asociadas a las actividades consumo”.
También aconsejó a la comunidad internacional “desarrollar un mecanismo que facilite la recompra de deuda y su reemisión a tasas más bajas”, lo que permitiría a los países de África llevar a cabo acciones climáticas e “invertir sus ahorros en resiliencia climática”.