Legisladores de Gambia rechazan derogar prohibición de mutilación genital femenina
La práctica, frecuentemente aplicada a niñas jóvenes y que puede causar hemorragia e incluso la muerte, sigue siendo común en partes de África.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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Los legisladores de Gambia rechazaron el lunes un intento de derogar la prohibición de la mutilación genital femenina, evitando por ahora que la nación de África occidental sea el primer país del mundo en aplicar esa revocación.
Activistas en el país mayoritariamente musulmán habían advertido que levantar la prohibición afectaría años de trabajo contra un procedimiento que suele realizarse a niñas menores de cinco años con la falsa creencia de que controla su sexualidad. Los legisladores remitieron el proyecto de ley a una comisión para su posterior discusión y podría someterse a votación nuevamente en unas semanas.
El procedimiento consiste en la remoción total o parcial de la genitalia externa femenina, usualmente por practicantes tradicionales usando navajas, o a veces por personal médico. La práctica, frecuentemente aplicada a niñas jóvenes y que puede causar hemorragia e incluso la muerte, sigue siendo común en partes de África.
Jaha Dukureh, fundadora de Safe Hands for Girls, un grupo local que busca poner fin a la práctica, dijo a The Associated Press que teme que luego se anularán también otras leyes que protegen los derechos de las mujeres. Dukureh fue sometida a la práctica y vio cómo su hermana murió desangrada.
“Si pasa la revocación, sabemos que podrían luego tratar de revocar la ley contra los matrimonios con menores de edad o la ley contra la violencia doméstica. Esto no se trata de religión, sino de cómo controlar a las mujeres y a sus cuerpos”, sostuvo.
Naciones Unidas estima que más de la mitad de las mujeres de entre 15 y 49 años en Gambia han sido sometidas al procedimiento.
La propuesta cuenta con el respaldo de religiosos conservadores en este país de gran población musulmana y de menos de 3 millones de habitantes. El texto asegura que se busca “defender la pureza religiosa y proteger las normas y los valores culturales”. El máximo organismo islámico del país ha calificado la práctica de “una de las virtudes del islam”.
El expresidente de Gambia Yahya Jammeh prohibió la práctica en 2015, sin explicación alguna y para sorpresa de los activistas. Desde que la ley entró en vigor, no ha sido aplicada con rigor y sólo dos casos han sido procesados.
El lunes, una multitud de hombres y mujeres se aglomeró frente al Parlamento de Gambia, algunos con carteles en contra de la nueva ley. La policía antimotines los mantuvo alejados.
El Parlamento de Gambia, conformado por 58 legisladores, incluye cinco mujeres. Si el proyecto de ley se aprueba en algún momento, se espera que el presidente Adama Barrow lo promulgue. El mandatario no se ha pronunciado públicamente sobre esa ley.
Estados Unidos ha apoyado a los activistas que intentan detener la práctica. A principios de este mes honró a la activista gambiana Fatou Baldeh en la Casa Blanca con el Premio Internacional a las Mujeres de Coraje.
La presidenta del Centro para los Derechos y el Liderazgo de las Mujeres, Fatou Jagne Senghore, dijo que la propuesta “busca limitar los derechos de las mujeres y revertir el poco progreso logrado en años recientes”.
La presidenta de la Asociación de Abogadas local, Anna Njie, dijo que “se ha demostrado por medio de la medicina que la práctica causa daño”.