Una mujer de 79 años, conocida como Gloria Aurora Panucci y apodada la “viuda negra”, se encuentra cerca de enfrentar un juicio en Argentina por una serie de delitos relacionados con robos a personas mayores. Según las autoridades, Panucci ganaba la confianza de sus víctimas en lugares como bancos e iglesias para luego drogarlas y robarles sus pertenencias.

Un patrón de confianza y engaño

El modus operandi de Panucci consistía en acercarse a personas mayores, generar confianza y luego invitarlas a un café. Allí, aprovechaba para administrarles sustancias somníferas.

La fiscal Silvana Russi afirmó en el requerimiento de elevación a juicio que “se acreditó que la imputada ejerció violencia sobre los damnificados con el fin de desapoderarlos de sus pertenencias. De tal manera, para consumar su propósito, les suministró una sustancia somnífera que les ocasionó la pérdida de conocimiento”.

Relacionadas

Panucci fue detenida el mes pasado por la Policía de la Ciudad y la fiscal solicitó que sea juzgada por delitos como “robo en grado de tentativa, robo agravado por haberse cometido mediante la utilización de llave verdadera previamente sustraída en grado de tentativa y robo, todos en concurso real entre sí”.

Uno de los casos

El primer hecho adjudicado a la “viuda negra” ocurrió el 18 de diciembre del año pasado, en una confitería del barrio de Mataderos. La víctima, una mujer de 79 años, había conocido a Panucci en un banco donde realizaba trámites relacionados con su jubilación. Ambas se dirigieron a un bar cercano y mientras la víctima esperaba en la mesa Panucci ingresó al establecimiento para pedir dos cafés.

“Según la imputación, mientras la encargada del bar se dio vuelta en busca de sobres de azúcar y de edulcorante, Panucci extrajo una sustancia somnífera de su cartera y la colocó dentro de uno de los vasos de café, para luego dirigirse con la bebida a la mesa donde la esperaba la víctima. La secuencia fue registrada por una de las cámaras de seguridad de la confitería en un video que es una de las pruebas del expediente”, informó el portal www.fiscales.gob.ar.

Después de beber el café, la víctima cayó en un estado de somnolencia. La encargada del bar, al notar que la mujer estaba adormecida, llamó al SAME, que la trasladó al Hospital Santojanni, donde le diagnosticaron “deterioro sensorial por intoxicación medicamentosa”.

Un mes después, la víctima reconoció a Panucci en la calle y avisó a la Policía, que procedió a detenerla. Durante su indagatoria, Panucci negó las acusaciones: “Yo no le di ninguna pastilla. Lo que sí recuerdo es que él tomó una pastilla para la descompostura cuando tomamos el café y me había dicho que iba a tomar Viagara. Niego terminantemente el hecho que se me imputa”.

Nuevamente juega

El 7 de julio, Panucci intentó robar a un hombre de 82 años que había conocido en la iglesia de Santa Rita, en el barrio de Floresta. Después de asistir a una misa, Panucci invitó al hombre a tomar un café en una confitería cercana. Según declaró la víctima, ella habría aprovechado un momento en el que fue a buscar un vaso de agua para colocarle una sustancia en la bebida.

Cuando el hombre despertó, notó que le faltaba dinero y las llaves de su casa. Personal de la Policía de la Ciudad logró detener a Panucci en el edificio del damnificado mientras intentaba ingresar, simulando ser su empleada doméstica. Al momento de su arresto, llevaba dinero en efectivo, un inhibidor de señal y múltiples pastillas.

Último delito antes de su captura

El 20 de agosto, Gloria Aurora volvió a actuar en Liniers. Tocó la puerta de una mujer de 78 años bajo el pretexto de pedir un café. La víctima, que la conocía del barrio, la dejó entrar. Según las sospechas, mientras Panucci pedía un vaso de agua, habría colocado un somnífero en el café. La víctima perdió el conocimiento y despertó al día siguiente, descubriendo que le faltaban dinero, joyas, perfumes y alimentos.

“La mujer comenzó a sentir mareos, dolor de cabeza y de estómago, momento en el cual la imputada la sujetó del brazo y la acompañó hacia la habitación del segundo piso, donde finalmente la empujó hacia la cama y perdió el conocimiento. La denunciante recién se pudo despertar a las 16 del día siguiente. Advirtió que su perro también había sido adormecido y que los ambientes de su casa estaban revueltos”, explicó el dictamen de la fiscal.

Ahora, Gloria Aurora está a punto de enfrentar un juicio que definirá su futuro judicial.