Rafah, Gaza. Las autoridades de Gaza advirtieron este miércoles de la situación dramática de hospitales de la Franja palestina como el de Kamal Adwan, especialmente para los más vulnerables, como los recién nacidos, por la ofensiva militar de Israel contra Hamás.

El jefe de Pedriatría, Hossam Abu Safia, de este hospital de la ciudad de Beit Lahia, en el norte del enclave costero, advirtió de la “catástrofe” para los heridos durante la operación israelí y los enfermos que atiende después de que fuera tomado por fuerzas de Israel.

El doctor, citado en un comunicado del Ministerio de Sanidad gazatí, relató que todos los varones, tanto del personal médico como entre los heridos y quienes se habían refugiado en el centro, fueron llevados con destino desconocido.

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“Los detenidos fueron interrogados bajo tortura, severas palizas y exposición al frío extremo”, denunció, y cuando varios de ellos fueron liberados “se produjeron disparos en los que hubo heridos entre cinco miembros del personal médico y los desplazados”.

Las fuerzas israelíes “siguen asediando el hospital, disparando fuego y misiles en su interior, (...) privando a quienes se encuentran dentro de agua, alimentos y electricidad”, añadió.

Israel “bombardea continuamente casas alrededor del hospital”, según el médico, mientras mucha gente, la mayoría mujeres y niños, acuden a refugiarse en el centro, en condiciones inhumanas.

Ante la falta de personal, combustible con el que generar electricidad, agua y comida, entre otras carencias, la situación es especialmente preocupante entre los doce niños en cuidados intensivos.

Bebés en situación crítica

El director del hospital, Ahmad Kahlout, aseguró que la situación empeora cada día, con tanques rodeando el centro médico, que sufre importantes daños en sus instalaciones, mientras “miles” de desplazados buscan refugio, sumándose a los “cientos de heridos y enfermos”.

“Tenemos seis bebés prematuros en incubadoras, dos de ellos en situación crítica”, afirmó en el comunicado del ministerio, sin máquinas de oxígeno por los ataques, por lo que lo tienen que suministrar manualmente.

El ministerio alertó también del agotamiento de las vacunas para niños en la Franja, con consecuencias “catastróficas” para su salud y la de toda la población, por el grave riesgo de propagación de enfermedades, “especialmente en los refugios abarrotados” donde se hacinan muchos gazatíes.

Según las autoridades gazatíes, controladas por el grupo islamista Hamás, la ofensiva israelí provocó que 22 hospitales y 110 centros de salud en Gaza hayan quedado fuera de servicio, además de destruir completamente 110 mezquitas, 126 sedes del Gobierno y unas 52,500 viviendas, mientras que cerca de 254,000 quedaron parcialmente destruidas.

El pasado 7 de octubre Hamás lanzó un ataque contra Israel que provocó más de 1,200 muertos y cerca de 240 secuestrados que fueron llevados a Gaza.

Israel declaró el estado de guerra y comenzó una operación militar por aire, tierra y mar en el enclave palestino, donde ya suman 18,412 los muertos y 50,100 heridos, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, y son cerca de 1.8 millones los desplazados entre sus 2.3 millones de habitantes, en medio de una grave crisis humanitaria.