La princesa noruega se casa con autoproclamado chamán frente a un público repleto de estrellas
La pareja vendió los derechos de fotografía de la boda a la revista británica de celebridades Hello! y los derechos de filmación a Netflix.
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Influencers de las redes sociales, y personalidades de reality shows y de televisión fueron algunos de los invitados a la boda de la hija mayor del rey de Noruega, la princesa Märtha Louise, con un autoproclamado chamán estadounidense, en una ceremonia nupcial realizada el sábado, después de tres días de festividades.
Märtha Louise, de 52 años, y Durek Verrett, que afirma ser un chamán de sexta generación de California, contrajeron matrimonio en el pintoresco poblado de Geiranger, una de las principales atracciones de Noruega, ubicado en un fiordo con impresionantes paisajes.
Tras las festividades, que iniciaron el jueves, la verdadera ceremonia nupcial tuvo lugar bajo una enorme carpa blanca colocada sobre un exuberante césped. Los invitados dijeron a los medios que en el evento participaron artistas noruegos y estadounidenses, junto con un coro de góspel y un cantante que representó al pueblo Sámi, originario de Noruega.
“¡Fue fantástico! Fue como si Hollywood se uniera con Geiranger”; así describió la colorida ceremonia el famoso actor de televisión noruego Harald Rønneberg en la cadena pública de medios NRK. “Fue góspel y amor. Reímos, aplaudimos, y nos conmovimos. Fue absolutamente hermoso”.
La pareja vendió los derechos de fotografía de la boda a la revista británica de celebridades Hello! y los derechos de filmación a Netflix. Los acuerdos generaron protestas en los medios noruegos, que dijeron que el acuerdo contraviene las prácticas locales. La pareja ha atacado con frecuencia a la prensa, al tiempo que se promueve en las redes sociales.
El rey Harald, de 87 años, que ha tenido una frágil salud en los últimos años, asistió a la boda de su hija junto con la reina Sonja y otros miembros de la casa real noruega. La princesa heredera Victoria y su esposo, el príncipe Daniel, representaron a la casa real sueca junto con el hermano de ella, el príncipe Carl Philip, y su esposa, la princesa Sofia. Ningún otro miembro de la realeza europea asistió a la boda.
La boda se produce en medio de las críticas generalizadas a las acciones de la pareja y de un apoyo cada vez menor a la realeza noruega, que también se ha visto atormentada por informes negativos sobre un indisciplinado miembro de la familia que enfrenta acusaciones preliminares de violencia doméstica.