Ubicada en el corazón del Océano Pacífico Sur, la remota isla de Pitcairn es uno de los lugares más apartados y menos poblados del planeta, con tan solo 56 habitantes.

Este territorio, que en su momento fue la última colonia británica, se sitúa a miles de kilómetros de cualquier masa continental, lo que la convierte en una de las islas más inaccesibles del mundo.

Con un área de 47 kilómetros cuadrados, esta pequeña isla es hogar de nueve familias que disfrutan de un clima tropical húmedo. La energía eléctrica en Pitcairn es limitada, disponible únicamente entre las 7 de la mañana y las 10 de la noche, gracias a generadores locales, según informa la empresa naviera italiana Costa Cruceros.

Relacionadas

Una historia marcada por la rebelión

La historia de Pitcairn se remonta a 1789, cuando fue colonizada por un grupo de rebeldes del barco inglés HMS Bounty, quienes se amotinaron contra su comandante, el teniente William Bligh. Los amotinados, junto con sus compañeros polinesios, encontraron refugio en esta isla, y hoy en día, muchos de los habitantes son descendientes directos de estos “colonizadores”.

La población de la isla creció de manera considerable durante los años siguientes, alcanzando su punto máximo en 1937, con un total de 233 habitantes. Sin embargo, en las décadas posteriores, muchos residentes decidieron emigrar a Nueva Zelanda en busca de mejores oportunidades, lo que provocó una significativa disminución en la población.

El archipiélago de Pitcairn incluye otras tres islas: Ducie, Oeno y Henderson. Esta última es completamente deshabitada debido a lo difícil que resulta acceder a ella, aunque ha sido reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO debido a su biodiversidad.

Escándalos y desafíos

En 2004, Pitcairn fue sacudida por un impactante caso de abuso infantil que atrajo la atención de medios internacionales. Siete hombres, entre ellos el alcalde de la isla, Steve Christian, fueron encarcelados por cometer una serie de delitos sexuales contra menores. Estos hombres representaban la mitad de la población masculina de la isla en ese momento.

A pesar de estos episodios, la economía de Pitcairn depende en gran medida del turismo. Los cruceros que visitan la isla son una de sus principales fuentes de ingresos. Según Costa Cruceros, se ha implementado un programa educativo y de sensibilización sobre la importancia de la iluminación nocturna, y se han impartido cursos para capacitar a los isleños en la observación de estrellas y el uso de telescopios y binoculares.

La oficina de turismo de Pitcairn también ha planeado recorridos por las cuatro islas del archipiélago, ofreciendo a los turistas la oportunidad de ver de cerca especies endémicas de plantas, aves e insectos. Estas islas están rodeadas por una vasta área marina protegida y albergan nueve especies de aves y diez tipos de plantas únicas en la región.