Cuando Lizzie Velazquez- una mujer americana de 25 años que padece una rara enfermedad por la que no puede pesar más de 29 kilos, tiene visión en un solo ojo, y su aspecto luce envejecido-encontró un vídeo en Internet en la que la llamaban "la mujer más fea del mundo" y que tenía  más de cuatro millones de reproducciones y miles de comentarios en los que le decían que se quite la vida , decidió que no iba a dejar que esos comentarios definieran quién era ella y se propuso convertirse en una oradora motivacional, terminar una carrera y escribir un libro para inspirar a otras personas.

Lizzie ya cumplió con los logros que se propuso en ese momento, hasta los superó, y ya va por su tercer libro. Su experiencia y sus charlas sirven de motivación para miles de personas en todo el mundo, y pasó a la fama mundial por un vídeo que dio en una charla de TedX Austin.

"Me tomó mucho tiempo darme cuenta de qué me define a mi. Por mucho tiempo pensé que lo que me definía era mi apariencia. Pensé que era asquerosa. Odiaba cuando me despertaba a la mañana para ir a la escuela y mirar el espejo para prepararme ", explicó en esa charla.

Sin embargo, el vídeo no fue el primer momento en el que Lizzie se sintió lastimada por la mirada de los demás. "Cuando empecé el jardín de infantes no tenía idea que me veía diferente. Fui el primer día y abordé a una niña pequeña, le sonreí y ella me miró como si fuera un monstruo, como si fuera la cosa más aterradora que vio en su vida . El día fue de mal en peor, y un montón de gente no quería tener absolutamente nada que ver conmigo y no podía entender por qué", comentó.

" Tuve que ir a casa y preguntarle a mis papás por qué no le gustaba a los demás chicos.Ellos me explicaron: "Lizzie, lo único diferente que tienes es que eres más pequeña que los otros niños. Tienes una enfermedad, pero eso no va a definir quién quién eres", agregó sobre el episodio.

Las dificultades en la vida de Lizzie empezaron desde su nacimiento, cuando antes de salir del vientre de su madre le dijeron que como no tenía ácido amniótico no tenían que esperar que pueda hablar, caminar, gatear, pensar o hacer cualquier cosa por ella misma. Sin embargo Lizzie aprendió a tomarse la vida de una manera positiva.

"He tenido una vida muy difícil, pero eso está bien", dijo.

La lección más importante que aprendió Lizzie y que enseña a los demás es a darse cuenta qué es lo que te define.

"Voy a dejar que mis metas y mis logros sean los que me definen, no mi apariencia ni mi enfermedad. La mejor manera en que puedo responder a esas personas que se burlaron de mi, que me llamaron fea y monstruo, es hacer de mi una mejor persona. Las usaré de escalera para llegar a mis metas", culminó.