La extracción de litio puede amenazar a los humedales andinos
La producción de baterías, especialmente para autos eléctricos, agravaría la crisis ambiental.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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Buenos Aires. La extracción de litio, la mineral estrella para la transición energética y del que Argentina es cuarto productor mundial, puede ser una amenaza directa sobre los humedales andinos y contrarrestar las funciones a favor del medio ambiente que brindan, según advirtieron ecologistas y comunidades aborígenes.
El desafío se plantea por los proyectos aislados de extracción de litio, ubicados en el mismo ecosistema donde están los salares sin tener una visión general de la cuenca.
Sucede que diferentes proyectos bombean la salmuera, que luego reposa en grandes piletones a cielo abierto hasta que se evapora el agua y permite extraer el mineral, pero no existe autoridad que analice el impacto sinérgico de los emprendimientos simultáneos, por lo que se desconoce el impacto global sobre los humedales.
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Los humedales andinos son ecosistemas muy frágiles, formados por salares, lagos y lagunas, ubicados en Argentina, Bolivia y Chile, a más de 3,000 metros de altura sobre el nivel del mar, y que tienen agua almacenada en capas subterráneas.
Son los reguladores hídricos de la región andina, además de ser claves para regular la calidad del aire y la temperatura e, incluso, tienen valor para capturar dióxido de carbono muy elevados.
Se encuentran emplazados en zonas de déficit de agua permanente, un fenómeno exacerbado por el cambio climático y las altas temperaturas.
“La situación de fragilidad se ve empeorada con la presión enorme que reciben estos ecosistemas, principalmente vinculada a la minería de litio”, dijo a EFE la directora ejecutiva adjunta de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) de Argentina, Pía Marchegiani.
Visión general
Para la FARN, la solución de aumentar la producción de litio de forma masiva -se espera que la demanda global de este mineral se multiplique por cinco de 2022 a 2030- para la producción de baterías, especialmente para autos eléctricos en pos de la transición energética, va a agravar la crisis ambiental.
Los ecologistas advierten de que la aceleración en la producción de litio -Argentina produce cloruro y carbonato de litio- redundará en presiones en los ecosistemas andinos, que exacerbarán la pérdida de diversidad y atentarán contra las contribuciones que brindan al medioambiente.
“Esta minería representa una amenaza directa contra las funciones que brindan esos humedales” y “pueden provocar en la estructura como en la integridad de los ecosistemas, las comunidades que viven ahí y la biodiversidad asociada”, advirtió la coordinadora del Programa Altoandinos del área de Política Ambiental de FARN, María Laura Castillo Díaz, en una reciente charla de la Alianza de Humedales Andinos en el marco del Día Mundial de los Humedales, que se celebra hoy.
Los países del Triángulo del Litio (Argentina, Bolivia y Chile) cuentan con más del 62% de los recursos mundiales. En términos de lo económicamente factible, entre Argentina y Chile se concentra más de la mitad de las reservas mundiales del mineral.
Comunidades indígenas
“Lo que a nosotros nos preocupa es el agua”, dijo en la charla Clemente Flores, un residente de la comunidad El Moreno, ubicada en las Salinas Grandes, en Jujuy, una de las tres provincias argentinas productoras (con Salta y Catamarca).
Estos humedales están habitados por comunidades indígenas que tienen vidas profundamente arraigadas a esos ecosistemas.
“Nadie controla cómo se puede parar el gran uso y la evaporación de agua en el territorio”, explicó Flores, quien contó que las comunidades presentaron documentación para visibilizar el problema y presentaron un protocolo de consulta para poder trabajar con las empresas y el Estado.
Según afirmó Marchegiani, la minería de litio “incumple” con el derecho a la consulta previa, libre e informada para comunidades indígenas respecto a las actividades que puedan afectarlas y también con el acceso a la información pública, la participación ciudadana y el acceso a la justicia en asuntos ambientales, garantizadas por la normativa internacional y nacional.
Milei
En Argentina, hace más de 12 años que la sociedad civil pide una ley de humedales -frenada por los grupos de presión mineros, agropecuarios e inmobiliarios-.
Se suma que la administración del ultraliberal Javier Milei -quien se ha pronunciado en contra de la agenda ambiental- propone una serie de reformas que, según los ecologistas, avanza sobre ecosistemas protegidos.
“Hay una impronta muy grande a apostar por la atracción de inversiones y el ambiente visto como un obstáculo al desarrollo cuando, en realidad, una adecuada política de protección ecosistémica genera más confianza de que el país está alineado con compromisos globales del cambio climático”, explicó Marchegiani.
A esto se suma la “complejidad adicional” de que el Ministerio de Ambiente bajó al nivel de Subsecretaría, lo que genera un “desafío extra” para discutir políticas transversales y elevar la protección con las autoridades mineras, energéticas y de agricultura del país.