La dura vida de joven que vendió su riñón por un iPhone
Su extrema decisión por el aparato electrónico puso su vida en peligro.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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En un acto desesperado por adquirir un iPhone, en el año 2011 un joven tomó una decisión extrema que ha puesto en riesgo su vida.
El protagonista de esta historia es Xiao Wang, quien reside en la provincia de Hunan, en Asia. Según informa el diario ‘Oriental Daily News’, Wang tomó una decisión muy arriesgada, con el único fin de poder obtener un iPhone nuevo.
Siendo así, el joven tomó la decisión de conectarse con una red ilegal de tráfico de órganos, el cual le ofreció tres mil dólares por su riñón, una suma de dinero que utilizó para adquirir tanto el codiciado iPhone 4 como un iPad.
Este é Xiao Wang, aos 17 anos ele vendeu seu rim para traficantes de órgãos, para comprar um iPhone. pic.twitter.com/I5ESqlmJlc
— Crimes Reais (@CrimesReais) January 16, 2021
Xiao Wang se comunicó con tres intermediarios a través de una plataforma de chat china y organizó un viaje a la provincia de Anhui. Allí, se sometió a una operación clandestina en una clínica sin la debida certificación.
De acuerdo con el medio mencionado anteriormente, el joven hoy en día se encuentra dependiendo de una máquina de diálisis para mantenerse con vida y requiere asistencia constante las 24 horas debido a una infección que contrajo en la clínica clandestina donde le extirparon el riñón. Dicha infección desencadenó una insuficiencia renal.
La historia salió a la luz cuando la madre del joven le preguntó de dónde había obtenido el dinero para comprar los dispositivos electrónicos. Wang finalmente confesó que había vendido uno de sus riñones.
Cuando los padres descubrieron lo sucedido, presentaron una denuncia ante la Policía. En abril de 2012, se logró localizar a los tres intermediarios y dos médicos que estuvieron involucrados en la operación ilegal.
Como resultado, los intermediarios fueron condenados a cinco años de prisión, mientras que los médicos recibieron una sentencia de tres años.
Además, la familia recibió una compensación económica de $200 mil dólares por las consecuencias devastadoras que enfrentaron debido a dicha situación.